TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Congreso Nacional de Luis Redondo está en deuda con el pueblo hondureño al no aprobar ni una tan sola ley en más de 100 días.
Desde el 31 de agosto pasado, Redondo suspendió la celebración de sesiones ordinarias, dejando a la deriva un sinnúmero de proyectos e iniciativas relevantes como la Ley del Empleo por Hora, la extensión de la amnistía migratoria, la amnistía vehicular, la Ley Marco de Protección Social, reformas relevantes al Código Penal, reformas electorales y el Presupuesto General de Egresos e Ingresos de la República.
Además, la elección -con base en la ley- de los nuevos fiscales del Ministerio Público y magistrados del Tribunal Superior de Cuentas.
Pese a no ir a trabajar, los diputados han cobrado mes a mes su salario, viáticos y hasta han recibido subsidios y bonos a manos de Redondo.
“No puede seguir esta imagen negativa ante el pueblo hondureño sin que el oficialismo se quiera sentar con la oposición”, cuestionó el jefe de bancada del Partido Salvador de Honduras (PSH), Jhosy Toscano.
El parlamentario señaló que la única salida a la crisis legislativa será instalar el diálogo y no presionar ni someter a camisas de fuerza a la oposición con base en imposición de posturas.
De su lado, el diputado de Libre, Óscar Márquez, justificó que: “El poder recibir su aguinaldo sin trabajar creo que es algo injusto, creo que en la empresa privada si alguien no trabaja se le deduce, aquí es vergonzoso, no es culpa de nosotros, es una situación que después de 12 años hay muchas cosas a mejorar”.
Para esta semana se tiene previsto que, de una vez por todas, las fuerzas políticas se pongan de acuerdo y retornen a sesiones al Poder Legislativo para materializar la aprobación del Presupuesto y la elección de magistrados del TSC.