Tegucigalpa, Honduras
Desde pequeño soñó con conquistar las grandes ligas.
Nació en Tulián, una aldea de Puerto Cortés. A los seis años la pasión por el fútbol ya corría por sus venas.
Amante del Club Deportivo Olimpia, Prudencio “Tecate” Norales, es una de las figuras más representativas de fútbol nacional.
Fue reclutado por los directivos del Olimpia cuando jugaba en aquel entonces para el equipo Independiente, allá en su comunidad. Con 19 años de edad, el joven llegó a la capital para acaparar y ganarse un lugar en el corazón de los hondureños.
“Desde pequeño me gustó el Olimpia y siempre soñé con jugar con este equipo. Mi proyecto se hizo realidad con el paso del tiempo”, comentó Norales.
Cuenta que fue difícil tomar un lugar ya que los jugadores de aquella época eran de renombre. Pero él tenía el apoyo de su madre y de su hermana.
Aunque su progenitora murió hace unos años, aún tiene grabadas en su mente las palabras de amor y prosperidad que deseó para su vida.
Para “Tecate” no hubo barreras. Tras varios triunfos en el Olimpia, jugó en el Mundial de España 82.
“Con el equipo de mis sueños gané cinco campeonatos seguidos, luego tuve la oportunidad de jugar en el Mundial contra España e Irlanda del Norte, sin duda una gran experiencia que marcó mi
vida”, destacó.
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Cambio de vida
La historia del deportista estrella que brilló en uno de los mejores clubes del país y que anotó más de 99 goles en sus diferentes equipos, terminó con su retiro en 1991.
Pero en 2005 nació otra carrera. Una contrarreloj en la que contribuye a salvar vidas. “Tecate” Norales cambió los tacos y su uniforme blanco del Olimpia por una ambulancia y una gabacha rojo y blanco de la Cruz
Roja Hondureña.
“Después de jugar tenía que buscar algo en qué ocuparme y fue cuando me encontré con un proyecto de la Cruz Roja Hondureña, ahí todo cambió”, añadió.
El exseleccionado, que es devoto de la Virgen de Suyapa, a quien se encomienda a diario, conduce una de las ambulancias de la institución sin fines de lucro. Y afirma que la humanidad con la que atienden a las personas y la entrega de los socorristas al momento de ayudar le han marcado la vida.
“Hay cosas que jamás voy a olvidar. La muerte de mi hija, la de mi madre, mi participación con el Olimpia y ahora mi trabajo con la Cruz Roja Hondureña”, aseguró. “Estaré en esta institución hasta que la junta directiva así lo quiera, de lo contrario estoy muy contento con lo que hago”, dijo “Tecate”.