TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Pese a que en los últimos dos meses el país cerró con cifras críticas por dengue, la primera semana de agosto ha dejado un rastro de tristeza en 17 hogares hondureños.
Entre las víctimas se encuentra el pequeño Kevin Aron Cruz, un niño de apenas dos años que, a pesar de su corta vida, el dengue decidió arrebatársela.
Originario de la aldea El Escanito, en El Porvenir, Francisco Morazán, Kevin fue trasladado de emergencia al Hospital Escuela, donde ingresó con síntomas de dengue grave.
Durante días, su frágil cuerpecito luchó en la unidad de cuidados intensivos, pero el virus fue más fuerte.
El letal mosquito no perdonó a Kevin, como tampoco a un hombre de 60 años, trasladado desde El Paraíso, perdió la batalla en el mismo centro asistencial.
Otros 11 decesos se reportaron en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, nueve de ellos menores de edad y dos adultos.
En este centro, el dengue ha dejado a familias devastadas, preguntándose cómo algo tan pequeño puede causar un dolor tan grande.
La misma suerte corrieron tres niños en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en Tegucigalpa: “Uno de los menores tenía cuatro años y el otro ocho. El otro menor falleció durante el fin de semana, él tenía 12 años”, especificó Ana Barrientos, vocera del IHSS del barrio La Granja.
En Copán, el dengue se llevó la vida de otra mujer embarazada de 24 años. La tragedia ocurrió en el Hospital de Occidente, donde los médicos no pudieron salvar ni a la madre ni al hijo, un doble golpe que ha dejado a su familia en luto.
