TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La merienda escolar se reparte en alrededor de 22 mil centros escolares a nivel nacional y son beneficiados más de 1.3 millones de niños, de acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Educación y del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Pero, ¿cuál es el mecanismo que se utiliza para repartir la merienda? ¿y qué alimentos contempla cada una de las raciones?
EL HERALDO hizo un recorrido por diversas escuelas de la capital y constató que los alimentos son entregados crudos a los padres, quienes son los encargados de cocinarla, pero curiosamente los niños no llevan la merienda a la escuela.
“A nivel urbano se ha visto ese fenómeno que por la misma necesidad, las madres de familia no pueden ir a las escuelas a cocinar y este es un mecanismo que utilizan los maestros en consenso con los padres de familia de utilizar la merienda, pero realmente la manera que se debe de utilizar es cocinar en las escuelas”, explicó Hetze Tosta, oficial de comunicaciones del PMA.
Las cantidades de producto que le corresponde a cada niño son dos libras de frijoles, dos libra y media de arroz, 5.2 libras de harina y 0.87 litros de aceite.
“Abrazar a un niño y sentir cómo le lloran sus tripitas hace que a uno como maestro se le rueden las lágrimas, ellos llegan aquí sin comer y nosotros no podemos hacer nada”, aseguró la profesora Sara Ramírez de la Escuela República de China.
El director de la Escuela Itzamná, Salvador Castro, expresó: “Qué bueno sería que los niños se beneficiaran de esa ración de alimentos aquí, pero por falta de infraestructura se nos hace imposible”.
Otra de las interrogantes que surge es sobre si la merienda contiene los nutrientes necesarios para alimentar a los niños.
De acuerdo con la nutricionista, Génesis Hércules, “la ración seca no cubre el requerimiento diario de estos niños por que les hacen falta las verduras y las frutas”.
De su lado, la nutricionista Victoria Hefzi-bá recalcó que si bien es cierto hay nutrientes pero existe una deficiencia de proteínas, vitaminas y minerales importantes para el crecimiento y desarrollo de los niños.