TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Haydée Lozano, de 56 años de edad, ha dedicado 37 años a servir a las personas través de su profesión: la enfermería.
Cada mañana se levanta con una misión: cuidar a sus pacientes. Su noble corazón es su mejor instrumento para batallar cada día contra la enfermedad.
Cada mañana se levanta con una misión: cuidar a sus pacientes. Su noble corazón es su mejor instrumento para batallar cada día contra la enfermedad.
LEA: 'Me corrieron del apartamento mientras estaba en mi agonía'
“Uno se vuelve más humano, nos encariñamos de los pacientes, de los familiares, yo en mi diario vivir trato de ayudar, sin importar de donde vengan”, comentó Lozano.
“Uno se desarma cuando fallecen los pacientes, es duro sobre todo los niños, cuando mueren de cáncer, un accidente, es terrible dar ese tipo de noticias”, relató.
Las jornadas son arduas, pero para la enfermera cada hora es importante, pues en cualquier momento sus manos y conocimiento pueden ayudar a salvar la vida de una persona.
VEA: El ejército de uniforme blanco que lucha contra el coronavirus en Honduras
