El Ministerio Público continúa con las investigaciones para establecer las causas de la muerte de un paciente que adquirió gusanos en el hospital Mario Catarino Rivas, en San Pedro Sula, al norte de Honduras.
Según un informe preliminar dado a conocer este viernes, la muerte no se produjo por la contaminación con gusanos, aunque el hecho de que el paciente haya llegado a esta condición refleja que “hubo un evidente descuido del personal de enfermería al no prodigar el aseo necesario”.
Luis Alberto Caballero Miranda, de 44 años, fue víctima de una brutal paliza y antes de ser ingresado al hospital sampedrano permaneció durante más de diez horas tirado en la calle, hasta que fue hallado por una patrulla policial que lo trasladó al hospital sampedrano el pasado 25 de junio.
La víctima, que padecía Síndrome de Down y enanismo, sufrió a causa de la paliza propinada por supuestos pandilleros lesiones en los riñones, hígado, cuello y cerebro, que le provocaron la muerte el pasado 9 de julio.
Personal de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida que investiga el caso, “de momento descartan que esta lamentable condición física, es decir, la evidente lesión y su posterior contaminación con gusanos haya provocado de forma directa la muerte” del hondureño, señala el informe.
El médico competente ordenó el tratamiento respectivo, pero el personal de enfermería no le prodigó al paciente el aseo necesario, lo que provocó que una de las lesiones que tenía en el cuerpo se contaminara a causa de una plaga de moscas presentes en el área de hospitalización.
Equipo forense del Ministerio Público “sigue profundizando en las investigaciones para establecer con claridad la causa de muerte”.
Además, deberá determinar si a las sanciones administrativas por el descuido del personal se deben sumar acciones penales.
No obstante, en descargo del personal de enfermería, el informe revela que en los turnos “apenas hay una enfermera para atender 60 pacientes”.
Para compensar esta escasez de personal, son los familiares quienes ayudan con el aseo de los pacientes en los centros hospitalarios públicos, pero a Caballero Miranda sus parientes llegaban “eventualmente” a visitarlo.
La Fiscalía proseguirá con una nueva línea de investigación para identificar a los agresores de la víctima y “seguirá investigando este lamentable suceso hasta esclarecer el mismo y deducir las responsabilidades penales que correspondan”, puntualiza el informe.
El gobierno de Honduras, a través de la Secretaría de Salud, intervino el hospital Mario Catarino Rivas el pasado 10 de julio.
Las investigaciones han revelado la existencia de varias irregularidades al interior del centro hospitalario, entre ellas la existencia de una red de narcomenudeo.