El Foro de Sao Paulo, que participará como acompañante del partido Libertad y Refundación ( Libre) en las elecciones nacionales, está conformado por partidos políticos que, en su mayoría, gobiernan naciones de América Latina con democracias erosionadas.
Esta coalición de partidos de izquierda con inclinaciones socialistas y comunistas son sinónimo de dictaduras, intervención estatal y desgarro de las entidades públicas y privadas que no comulgan con su ideario.
En países como Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Venezuela, partidos políticos que integran esta alianza ostentan el poder público basados en una autoridad hegemónica que intenta sofocar cualquier intento de oposición.
El ejemplo más evidente de poder absoluto que pregona el Foro de Sao Paulo sucede en Cuba, en donde el presidente Raúl Castro, del Partido Comunista de Cuba, es la continuidad de la dictadura que inició hace medio siglo su hermano Fidel Castro.
En esta isla del Caribe el sistema electoral no permite la participación de partidos opositores para que disputen el mando de la nación y, aunque hay algunas medidas cortas de inserción de la iniciativa privada, al final el Estado sigue manteniendo el control de los sistemas de producción.
Los medios de comunicación en Cuba pertenecen al gobierno y solo un puñado de periodistas se atreven a desafiar el régimen por medio de redes sociales.
Mientras, en Venezuela, cuyo gobernante Nicolás Maduro sigue la senda que le marcó el extinto mandatario y militar golpista, Hugo Chávez, dirige un país que se encuentra sentado en un polvorín social generado por medidas populistas y de derroche de petrodólares que le han comenzado a pasar factura.
El deterioro de las instituciones democráticas y el cerco tendido al sector privado han hecho que el quinto país productor de petróleo ahora tenga serios problemas de desabastecimiento de productos básicos.
En un acto irresponsable, el mandatario venezolano ordenó vaciar los anaqueles de comercios que, según el gobierno, habían aumentado los precios de algunos productos, lo que generó millonarios saqueos de tiendas, vandalismo y caos social.
Los vándalos, lejos de llevar comida a sus hogares, optaron por hurtar televisores plasma u otros aparatos electrónicos de primer nivel.
Maduro pertenece al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), miembro del Foro de Sao Paulo, que aglutina a fuerzas que apoyan la revolución bolivariana que instauró Hugo Chávez.
El desaparecido gobernante prometió entregar el poder cuando terminara sus primeros cinco años de mandato, pero luego reformó la Constitución para permitir la reelección indefinida.
Una réplica de esa conducta se generó en Nicaragua, en donde el presidente Daniel Ortega busca por la vía “legal” perpetuarse en el poder.
En Nicaragua, Daniel Ortega llegó al poder por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
El Foro de Sao Paulo, fundado en 1990, está conformado por 96 partidos políticos de 21 naciones de América. Los partidos políticos de Honduras que lo integran son Libre y Unificación Democrática.
El Foro de Sao Paulo solicitó al Tribunal Supremo Electoral su acreditación como observador de los comicios, pero la petición fue rechazada y solamente se le permitió ser acompañante de las votaciones.
Según el artículo del Reglamento de Observación Nacional e Internacional y Acompañamiento para el Proceso de las Elecciones Generales de 2013, se exige que los acompañantes muestren neutralidad durante la justa.
Antes que se les emitiera el permiso como acompañantes, miembros del Foro de Sao Paulo manifestaron que iban a venir a Honduras a “alimentar una ola de cambios... debido a que las oligarquías quieren mantener un status quo”.
