“El gobierno del presidente Porfirio Lobo sufre de manera prematura un acelerado desgaste político que a nadie le conviene”, expresó Guillermo Matamoros, director del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIES) del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
“El gobierno no puede aplicar impuestos y paquetazos durante todo un período, porque eso los debilita ante la sociedad”, expresó el economista.
En marzo de 2010 el gobierno aplicó el primer paquete de medidas económicas, que fue un hecho generado luego de una crisis política y de que el Estado de Honduras no tuviera durante dos años un Presupuesto General de Ingresos y Egresos.
Según Matamoros, en 2011 se aplicó la Ley de Seguridad Poblacional, la reforma al Impuesto sobre la Renta (ISR) y la Ley de Eficiencia en los Ingresos y Control de Gasto Público.
Le han seguido una serie de incrementos a tasas como el transporte de carga y a los techos de cotización del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). También la población ha enfrentado el aumento al precio de la energía eléctrica y a las tarifas de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel).
Además el gobierno, de manera nocturna, ha querido imponer un ajuste de 30.32 dólares a la tasa aeroportuaria cobrada por InterAirports y de manera posterior quiso aplicar la tasa de migración de 34 dólares.
Todos esos incrementos, según Matamoros, tienen un costo político en el presente gobierno.
De manera paralela se observa que las metas tributarias, durante cada período, son cada vez más elevadas y en los últimos años no se han cumplido por parte de las autoridades de la Dirección Ejecutiva de Ingresos.
La carga impositiva, según el economista, aleja la inversión internacional y genera un proceso de deterioro económico en el sector productivo.