GUAJIQUIRO, HONDURAS.-La extraña y hasta paranormal conducta que presentan unos 22 jóvenes en la comunidad de San Miguel, Guajiquiro, obligó a personal de Salud de La Paz a viajar a ese municipio para hacer una evaluación física y de laboratorio de los supuestos endemoniados.
La visita fue hecha por el doctor Óscar Amaya y otra colega del área de epidemiología de la Región Sanitaria de Salud del departamento de La Paz.
Para llegar a la comunidad tuvieron que viajar por más de tres horas.
Luego fueron recibidos por familiares de los muchachos, quienes los llevaron a sus casas donde los tenían vigilados para evitar que salieran corriendo bajo la euforia con que se encuentran día y noche.
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Revisiones
Al encontrarse con los jóvenes que mantienen asustados a los pobladores por su extraño comportamiento, los epidemiólogos procedieron a hacer las evaluaciones respectivas con la ayuda de los familiares.
Empezaron con una revisión física de su cuerpo y luego hicieron pruebas para confirmar o descartar el consumo de drogas u otras sustancias psicotrópicas que pudiera estar ocasionando la aparente locura. Luego de obtener resultados de los exámenes se descartaron ambas posibilidades.
Sin embargo, Amaya calificó este suceso como una “histeria o psicosis colectiva” que se ha apoderado de este grupo de personas y que podría contagiar a otros pobladores.
“Estos jóvenes lo que tienen es una histeria colectiva por algo que escucharon o vieron, porque al ser evaluados no presentaron enfermedades orgánicas aparentes, más que el trastorno psíquico”, argumentó Amaya.
Estos trastornos hacen que los adolescentes sufran alteraciones de conciencia, alucinaciones auditivas, agresividad con las demás personas, tristeza, ansiedad y otros síntomas, añadió.
El promedio de edad de estas personas que se encuentran en histeria es de 12 a 18 años. En su mayoría asisten al Centro de Educación Básica (CEB) María Auxiliadora de esa comunidad.
Según los relatos de los pobladores, todo inició hace unos 20 días atrás cuando cinco jóvenes de esa comunidad decidieron practicar el juego de la güija y posiblemente hasta querer hacer pacto con el diablo.
Esto provocó que posteriormente fueran apareciendo nuevos casos.
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Abordaje a la comunidad
Luego de terminar de evaluar a los jóvenes, los epidemiólogos reunieron a unos 300 pobladores de la comunidad en la iglesia católica para explicarles lo que posiblemente creen que está pasando y tratar de evitar que esta histeria contagie a otros niños y adultos.
“Escuchamos de padres que sus hijos les empezaban a decir que sentían miedo y trastornos parecidos y los tuvieron que reprender, los llevaron a la iglesia y se calmaron los niños. Como región de Salud lo que se debe hacer son psicoterapias grupales a estos jóvenes para tratar de que vuelvan actuar con normalidad”, informó Amaya.
Por su parte, el viceministro de Salud, Roberto Cosenza, detalló a EL HERALDO que “tienen que ser evaluados por el primer nivel de atención primaria, donde ellos determinarán si deben ser atendidos por un especialista de mayor complejidad o por un psicólogo o realmente es un trastorno fisiológico de la persona”.
Agregó que una vez que se determine el problema se utilizarán las diferentes vías del mecanismo referencia de respuesta de la institución para atenderlos.
“También hay que hacer un estudio socioeconómico donde miremos al ser humano integralmente para ver si es una conducta fisiológica o una conducta psicológica lo que estos muchachos pueden estar presentando”, manifestó.
El galeno detalló que los equipos del primer nivel están a nivel local para evaluarlos en primera instancia y que pueden ser referidos al Hospital de La Paz.
Asimismo indicó que se debe investigar si ellos ingirieron alguna sustancia que les haya provocado esas alteraciones mentales.
Por segunda vez...
El epidemiólogo expresó que hace 12 años atrás en la comunidad de Pasguare, siempre perteneciente al municipio de Guajiquiro, apareció un grupo de 12 persones entre niños y adolescentes con la misma psicosis colectiva.
Pero luego de hacer un abordaje integral con psicoterapias durante unos cuatros meses con padres de familia y los afectados se disolvió ese problema, afirmó.
Amaya declaró que 17 de las 22 personas que presentan esta conducta de histeria ya empezaron a actuar normalmente, pero siempre corren el riesgo de recaer en cualquier momento.
Apoyo a familiares
A la comunidad también han llegado sacerdotes y pastores evangélicos para orar por estas personas que aparentemente están poseídas por fuerzas malignas.
Los familiares y pobladores han hecho el llamado a toda aquella persona que tenga el don de sanidad y la autoridad celestial para liberar a sus hijos de una posible fuerza demoniaca que los atormenta día y noche.
Y es que muchos padres tienen varias noches de desvelo vigilando a sus hijos para evitar que salgan caminando o corriendo de manera desesperada al cementerio para comer tierra de muerto o con la intención de enterrar pedazos de papel con peticiones diabólicas.
Además los padres de familia han estado recibiendo ayuda de las autoridades municipales con alimentos ya que han dejado de trabajar por estar al cuido de sus vástagos.
“Hemos puesto carros para movilizar los sacerdotes y pastores, y como la gente no está trabajando por estar cuidando a sus hijos, les estamos apoyando con alimentos hasta que solucionen este problema que aparentemente se produjo por andar jugando la güija”, dijo el alcalde Inocencio Hernández.
El edil declaró que espera que otros jóvenes y adultos aprendan de esta situación para que no cometan las mismas equivocaciones y resulten afectados.