El gobierno de Holanda y la firma proveedora de ocho embarcaciones para combatir el narcotráfico defendieron ayer la transparencia de un contrato de arrendamiento que fue aprobado la semana pasada por el Congreso Nacional.
El cónsul de Holanda en Honduras, Florenituos Kluck y el director para América Latina de la empresa Dame, Jan Van Hogerwou, explicaron a EL HERALDO los detalles de esta modalidad de compra que tiene un costo aproximado a los 62 millones de dólares.
El miércoles de la semana pasada el Congreso Nacional, a puertas cerradas (por razones de seguridad, según explicaron), aprobó el contrato de arrendamiento a trece años para la adquisición de estas unidades de transporte.
Se trata de dos embarcaciones grandes de alto poder denominadas corbetas, dotadas de radar y seis lanchas interceptoras de alta velocidad.
Los barcos corbetas, en cuyo interior llevan una lancha que puede salir disparada detrás de los narcotraficantes, tienen una extensión de 7.5 metros y una capacidad de 47 tripulantes de la Fuerza Naval.
Por el hecho de haberse aprobado a puertas cerradas y por no haberse licitado, el contrato ha generado las más variadas suspicacias que ponen en duda la transparencia del contrato.
“Holanda es transparente, el contrato es más que transparente. Holanda no va apoyar algo que no sea transparente”, dijo el cónsul Florentinuos Kluck.
“Finanzas y Defensa han sido muy transparentes en esta operación”, añadió.
La sociedad anónima
Explicó que por sugerencias de la Secretaría de Finanzas se procedió a la creación de la empresa local Servicios Marítimos Internacionales Sociedad Anónima de Capital Variable, de la cual él es su representante a petición de la firma homandesa.
El propósito es crear un canal que sirva para finiquitar las negociaciones que por ahora se basan en un contrato de arrendamiento a trece años, con cuotas semestrales y a un porcentaje de interés del 3.9 por ciento, dijo el cónsul.
Una vez que el Estado de Honduras pague la totalidad de las cuotas, quedará en posesión del equipo que tiene un promedio de vida útil de 35 años.
Los representantes holandeses explicaron que se procedió a un contrato de arrendamiento porque así lo pidió la Secretaría de Finanzas para ser consecuentes con las restricciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que procura que el país no aumente su deuda externa.
La firma Damen garantiza que los barcos, una vez que estén en el país, ya son del Estado de Honduras, con la diferencia de que tendrá que esperar trece años para que jurídicamente pase a manos nuestras. Preguntado si en caso de incumplimiento de pago, Holanda retirará las barcazas, el representante local de la compañía descartó esa posibilidad. “Nosotros sabemos que Honduras es muy correcta en sus pagos internacionales”, apuntó.
Antecedentes
Por su parte, Jan Van Hogerwou, director para América Latina, destacó que la compañía proveedora opera desde 1927 construyendo barcos. Tiene ocho mil empleados a nivel mundial y distribuye unos 200 barcos al año.
El comandante hondureño de la Fuerza Naval, Rigoberto Espinoza, que también estuvo en la conferencia, dijo que en enero el país comienza a recibir los primeros barcos.
“Ahora ya no tenemos que remolcar lanchas, vamos a andar más seguros y le prometemos al pueblo hondureño una lucha bastante efectiva contra el narcotráfico”, dijo.
Mantenimiento
La Fuerza Naval ha gastado en los últimos tres años, 130 millones de lempiras solo en mantenimiento de sus barcos y lanchas, según fuentes oficiales.