TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con un dedo de la mano derecha severamente afectado por manipular pólvora ingresó al hospital Mario Catarino Rivas un menor de edad de apenas nueve años.
El niño, que también presentó lesiones en los ojos, fracasó al intentar reventar un mortero. El caso de este pequeño no fue la única desgracia que dejó la mala utilización de pólvora.
VEA: Una hermosa niña, la primera en nacer en 2021 en el Hospital San Felipe de Tegucigalpa
Entre la noche del 31 diciembre del 2020 y la madrugada de ayer se reportó el ingreso de 11 personas: cuatro menores de edad y siete mayores.
Emergencia
Manos fracturadas, dedos amputados, lesiones en la vista y quemaduras en diversas partes del cuerpo fueron las emergencias que dejó la mala utilización de la pólvora este fin de año.
En la zona norte, Julia Sánchez, vocera del Hospital Mario Catarino Rivas, informó que cinco personas resultaron lesionadas. Entre los quemados, tres eran menores de edad y dos mayores. La vocera detalló que los menores tenían edades entre los siete y nueve años, uno de ellos perdió un dedo de la mano derecha mientras los otros dos resultaron con fracturas producto de la explosión de morteros.
VEA: Un hondureño murió cada dos horas por covid-19 el año pasado
Los otros dos pacientes eran adultos en estado de ebriedad, uno de ellos perdió dos dedos de la mano izquierda y el otro resulto con fracturas en sus manos.
Por su parte, en Tegucigalpa, Julieth Chavarría, vocera del Hospital Escuela, informó que fueron atendidas seis personas: cinco adultos y un menor de edad que resultó grave por manipular pólvora.
Se conoció que el menor de edad llegó remitido de otro centro asistencial, el joven de 15 años estaba en estado de ebriedad cuando se le reventó una bolsa de cohetes a la altura del tórax quemando su cuerpo.
DE INTERÉS: Bomberos hondureños reciben el 2021 con emotiva fotografía