Cada mañana es una pesadilla para Jessica Gonzáles, enfermera encargada del Centro de Salud Gracias a Dios, ubicado en la aldea El Madreal, jurisdicción del municipio de Choluteca.
La joven enfermera, además de realizar la limpieza del establecimiento y dar las consultas médicas, tiene que lidiar con una bandada de murciélagos, varios garrobos y una que otra culebra.
Si bien el centro de atención está ubicado en el sector rural del poblado y la presencia de animales silvestre es, de cierta manera, común entre los ciudadanos, en el caso particular de la unidad esté se está convirtiendo en un dolor de cabeza tanto para el personal de salud como para los pacientes.
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“En ocasiones estoy curando a una persona por alguna herida y de un momento a otro tenemos encima a dos o tres murciélagos, tengo que dejar de hacer lo que estoy haciendo para sacar a los animales” recuerda Jessica, quien se impacienta al hablar del tema.
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Los murciélagos son capaces de transmitir muchas enfermedades graves mediante su mordedura, saliva, excremento y orina. Una de las patologías que transmite es la rabia, la cual si no es tratada a tiempo puede provocar la muerte.
Además de la rabia, los murciélagos pueden transmitir infecciones como el sarampión, paperas, alergia, gripe, neumonía o encefalitis.
