CORTÉS, HONDURAS.- El patrimonio que con esfuerzo Elder López construyó durante décadas fue arrasado en menos de 20 minutos por el río Ulúa la mañana del 5 de noviembre en la colonia La Paz del municipio de La Lima.
El viernes, a nueve días del devastador paso de Eta, la amenaza de un nuevo fenómeno acabó con su esperanzas y las de sus vecinos. El limeño se prepara para afrontar las lluvias que traerá la tormenta tropical Iota, que amenaza con entrar al país el domingo como huracán categoría 1, pero afirma que no se irá del lugar que lo vio nacer hace 32 años.
“El alcalde dijo que tenemos que salirnos, pero yo y muchos otros vecinos no nos vamos”, aseguró.
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Pese a que la inundación del pasado jueves parecía “el principio del fin”, calcula que el agua no les alcanzará en su vivienda de dos pisos. “Estuvimos con el agua hasta el pecho, en mi casa albergamos más de 50 personas durante tres días, sin electricidad, agua potable y señal telefónica”, recordó.
Aun con esas dificultades y consiente que “ya no hay bordos” que contengan el caudal del río, se mantiene positivo y prepara raciones de alimentos mientras envía a sus familiares hacia San Pedro Sula, justo hacia donde avanzaba el viernes un éxodo de evacuados voluntarios que acataron la indicación de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
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Para Santiago Motiño, alcalde de La Lima, es necesario que todas los habitantes sean consientes del peligro y evacúen.
“Iota viene con la misma trayectoria que Eta, esto depende de las personas”, expresó.
Según el munícipe, hay nueve personas muertas y unas seis familias desaparecidas.
Solo en La Lima, más de 100,00 personas fueron afectadas por las inundaciones del río Chamelecón. “Esto estará más grande que Eta, no hay bordos de protección desde donde empieza el Canal Maya. Recomendamos evacuar y que nos dejen hacer nuestro trabajo, queremos que se preserve la vida”, dijo el edil.
Alerta roja
El llamado del edil es el mismo de las autoridades del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), que el jueves extendieron la alerta roja para los 18 departamentos del país e hicieron un llamado a los hondureños que viven en zonas en riesgo evacuar sus viviendas para evitar más tragedias.
Según los pronósticos de meteorología, el impacto del fenómeno llamado Iota, que en las últimas horas pasó de depresión a tormenta tropical, será inminente, pues hay un 90% de probabilidades de que toque el territorio nacional.
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Según expertos del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), el ciclón estaría ingresando mañana en horas de la noche al territorio nacional al estar a unos 600 kilómetros de distancia al este de La Mosquitia.
Iota, que pasó en cuestión de horas de depresión a tormenta tropical, hasta el viernes en horas de la noche estaba ubicado a más de 900 kilómetros del cabo este de Gracias a Dios.
El Centro Nacional de Huracanes planteaba esa modificación en la intensidad del fenómeno natural para hoy, pero ocurrió antes de lo previsto.
Mario Centeno, pronosticador de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), manifestó que el hecho de que se haya convertido en una tormenta tropical cambia el panorama y ahora se espera que sea un huracán mayor de categoría tres y no uno como se pronosticaba.
35 alberguesmás se habilitarán en San Pedro Sula para las personas que están evacuando sus viviendas. |
“Esperábamos que hasta mañana (hoy) se convirtiera en tormenta tropical, pero temprano se convirtió en tormenta tropical, tiene más espacio y tiempo para seguir obteniendo energía, entonces posiblemente se convierta en huracán mayor aún más cerca de la costa, con vientos mayores a 65 kilómetros por hora, casi cerca del cabo de Gracias a Dios”, alertó Centeno.
Añadió que si el ciclón toca tierra como un huracán se va a degradar rápidamente porque perdería fuerza, pero generará abundante lluvia y los mayores acumulados se esperan en el norte del país.
Los municipios del valle de Sula, de otros departamentos de la zona norte y occidental del país, todavía no se reponen del paso devastador de la depresión tropical Eta que provocó la muerte de al menos 65 personas y más de 50,000 damnificadas.
Sin embargo, especialistas en meteorología consideran que el impacto de Iota en el país puede ser incluso aún mayor que el provocado por las lluvias de Eta y no solo para la zona norte, por lo que la población debe estar alerta y preparada.
Trayectoria
“Una trayectoria es que ingrese al territorio nacional por Gracias a Dios y se empiece a degradar, saldría por Guatemala como una depresión tropical”, explicó Centeno.
Añadió, que otra posible trayectoria del fenómeno es que no ingrese al territorio, que bordee toda la costa Caribe de Honduras y toque tierra en Belice. Esa es la probabilidad más esperanzadora para el país, pero la posibilidad de que ocurra es de una de 10.
A su vez, otra trayectoria es que ingrese por el departamento de Colón e impacte directamente en la costa norte. “Cualquier trayectoria que tome este ciclón tropical nos va a dejar lluvias”.
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Para la madrugada del lunes se esperan intensas lluvias sobre Gracias a Dios y Colón. Se pronostica que lloverá fuerte cuatro días sobre el territorio, es decir, hasta el jueves de la próxima semana.
Vientos y oleaje
Se espera que se registren vientos a una velocidad mayor de los 120 kilómetros por hora, lo cual puede provocar daños en techos de viviendas, caída de árboles o rótulos, entre otros.
“Vamos a tener un oleaje que se estaría alterando el lunes por la mañana entre 8:00 y 10:00 de la mañana y ese mismo día en horas de la tarde se esperaría un oleaje que podría alcanzar los 12 pies de altura en el Caribe, por lo que las embarcaciones tienen que tener mucho cuidado”, alertó.
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Evacuaciones
Ante el enorme riesgo que representa la proximidad del fenómeno Iota, las autoridades de Copeco llamaron a las alcaldías de los municipios más vulnerables a que continúen las evacuaciones de personas.
Se priorizó la evacuación de personas de los municipios de La Lima, Choloma y Tela, por el impacto que tendrá el ciclón.
El viernes, en La Lima, declarada zona cero, un éxodo de personas abandonó sus viviendas y llevaban algunas pertenencias que pudieron llevar con ellos para no perderlas ante la inundación por la crecida del caudal de los ríos.
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Muchos, como Elder López, decidieron quedarse, a pesar del anuncio de las autoridades de Copeco, que de no atender el llamado se harían evacuaciones obligatorias
Las autoridades anunciaron que en San Pedro Sula se habilitarán 35 albergues más para las personas evacuadas de los municipios aledaños.
