TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Por fin las lluvias dieron una tregua a unas 24,214 personas afectadas en la mayor parte del territorio nacional.
Para algunos departamentos como Yoro, Cortés, Santa Bárbara y Copán, los daños han sido peor que los dejados por los fenómenos naturales, Eta y Iota, en el 2020.
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En la última semana, los ríos Ulúa y Chamelecón, se han ensañado de nuevo, dejando como enormes pantanos a barrios y colonias de El Progreso, Yoro, igual que otros sectores de Cortés, como Villanueva.
Hasta este domingo por la tarde la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) tenía el registro de 7,422 familias afectadas; 1,824 evacuadas y 2,298 incomunicadas. A las 9:00 de la mañana de este lunes vencen las alertas decretadas durante 48 horas por Copeco, pero no descartan que se extienda.
La alerta roja es para los departamentos de Santa Bárbara y Copán. También abarca a los municipios aledaños a las riberas del río Ulúa como ser: Pimienta, Potrerillos, Villanueva y San Manuel en Cortés.
Bajo la misma condición están Santa Rita, El Progreso y El Negrito en Yoro, hasta el Ramal del Tigre en Tela, Atlántida. Mientras que la alerta amarilla es para Olancho, Colón, Yoro, El Paraíso, Ocotepeque, Lempira, Intibucá, Cortés, Comayagua, La Paz, Francisco Morazán, Valle y Choluteca, para un total de 13 departamentos. También, los departamentos de Islas de la Bahía, Atlántida y Gracias a Dios, continúan en alerta verde.
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Los expertos del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), estaban alerta por el paso de la tormenta tropical Ian, la cual durante el día se alejó de las costas hondureñas.
Los meteorólogos no descartaron que hayan más lluvias durante este lunes y el resto de la semana en el Caribe y otras regiones de Honduras.
Hasta el mediodía de ayer, tanto el cuerpo de Bomberos como Copeco, contabilizaban el hallazgo de al menos 13 personas fallecidas, debido a los embates de la naturaleza.
El río Ulúa se continuó desbordando, sobrepasando los bordos en los bajos de El Progreso, obligando un éxodo masivo de algunas comunidades, debido a que el agua estaba cubriendo sus viviendas.
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Alexander López, alcalde de El Progreso, afirmó que el escenario es peor que el dejado por Eta y Iota, ya que tienen alrededor de 78 comunidades completamente afectadas.
Para las autoridades de Copeco, Cortés es de los departamentos más golpeados por las lluvias, con 3,134 familias afectadas y 11,863 personas. En la falla, El Metal, de Cucuyagua, Copán, carretera que une a Copán con Ocotepeque, el domingo se comenzó a trabajar para rehabilitar el paso.
Las obras se han realizado bajo riesgos, debido a que muchas personas estaban pasando, la mayor parte migrantes, que quieren llegar a la frontera con Guatemala. Mientras que en Santa Bárbara se reportaron tramos carreteros interrumpidos, puentes destruidos y cientos de familias afectadas.
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En el sector de Zacapa, por la elevación del agua en el Lago de Yojoa, se formaron enormes lagunas en la carretera de esta zona, provocando que carros quedaran completamente cubiertos.
Las autoridades locales de al menos 106 municipios afectados están demandando apoyo del gobierno central para atender la emergencia, porque muchas familias perdieron sus viviendas y hay muchas zonas incomunicadas.
En 90 días el decreto permite atender a los afectados tras la declaratoria a los 18 departamentos en emergencia nacional.
Emergencia
Para atender los desastres a nivel nacional el sábado anterior se publicó en el diario oficial La Gaceta, el decreto ejecutivo PCM 24-2022, que establece que el país se mantendrá bajo emergencia durante 90 días, es decir, hasta el mes de diciembre.
Ante esto los jefes edilicios comenzaron a solicitar recursos por parte de la Secretaría de Finanzas (Sefin) para atender a sus poblaciones y comenzar a rehabilitar los pasos dañados.
La presidenta, Xiomara Castro, junto al Gabinete de Emergencias e Infraestructura, realizó ayer un recorrido por la zona norte y occidental de Honduras, para visitar a los afectados y conocer sus necesidades.
La mandataria estuvo en horas de la mañana en El Progreso, Yoro y luego se desplazó hasta La Lima, Cortés, donde los pobladores y autoridades locales le dieron a conocer todas sus necesidades. También estuvo en Santa Bárbara, acompañada por su secretario privado, Héctor Zelaya, el titular de Defensa, José Manuel Zelaya, el ministro de Gobernación, Tomás Vaquero, y otros funcionarios.
Ramón Soto, titular de Copeco quien también fue parte de la comitiva, vía telefónica, expresó a EL HERALDO, que la transferencias de los recursos que se ocupen una vez aprobado el decreto, será decisión de Sefin. Hasta el momento, lo que Copeco ha recibido son 31.9 millones de lempiras, pero cada Secretaría de Estado va a recibir los recursos para la rehabilitación de las zonas afectadas, porque la reconstrucción será después.
En tanto, la designada presidencial, Doris Gutiérrez, expresó que posiblemente esta semana se comiencen a realizar los desembolsos de los recursos necesarios a las diferentes municipalidades.
Amable de Jesús Hernández, comisionado para atender los temas de infraestructura en la emergencia, declaró que tanto la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) como el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) decidieron hacer una transferencia condicionada de unos 700 millones de lempiras a las alcaldías afectadas.
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En una reunión sostenida ayer con la Asociación de Municipios de Honduras (Amhon), tenían informes de 106 municipios afectados y 8,787 viviendas perjudicadas. Asimismo, 241 puentes dañados, 143 derrumbes, 32 deslaves, 498 carreteras afectadas, 87 desbordes de ríos, 12 escuelas afectadas y 31 fallas geológicas activadas.
Por la intensidad de las lluvias registradas en la mayor parte del país sobre todo en el occidente, sur, noroccidente, suroccidente, centro, oriente y otros sectores, existe un alto nivel de humedad, saturación del suelo, incremento del caudal de los ríos.
Esto ha provocado deslizamientos, deslaves, derrumbes y hundimientos, en sectores de los departamentos bajo alerta, por lo cual se recomienda a la población mantenerse atenta para evitar tragedias.
