TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A nueve meses de turbulenta gestión al frente del Congreso Nacional (CN), Luis Redondo fue tildado ayer como una figura formal o decorativa, sin poder ni voz de mando con las bancadas a lo interno de la cámara legislativa.
El calificativo se da luego de la designación del expresidente y asesor presidencial Manuel Zelaya, por la bancada oficialista del partido Libertad y Refundación (Libre), como intermediario en las negociaciones y consensos con las diferentes fuerzas políticas del Congreso Nacional.
El titular del Legislativo fungirá en la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ) únicamente como un intermediario o facilitador de los trámites del Ejecutivo debido a que no representará a ningún partido político en la creación de consensos, opinan analistas consultados por EL HERALDO.
“El poder de negociación lo maneja el señor Zelaya, aunque aparentemente Luis Redondo pueda dar una declaración o presidir alguna sesión.
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Al entrar al escenario político de la elección del fiscal y la CSJ, lo van a decidir los que tienen el poder dentro de los partidos políticos y Redondo es una figura formal, ni tiene poder ni controla diputados”, expresó el abogado y analista político Raúl Pineda.
Asimismo, señaló que “yo siento que el señor Redondo fue un muy buen diputado pero es muy modesto en el desempeño de su liderazgo como el presidente del Congreso Nacional en función de que no representa nada, no representa al PSH, ni al Libre, donde no tiene injerencia alguna. Entonces no tiene sentido, es perfectamente explicable que don Luis sea apenas un operador o tramitador en estos temas”.
No obstante, a varios días de la ruptura de la alianza Libre-PSH, el jurista señaló que la voluntad del presidente del Congreso en la toma de decisiones en el Legislativo obedece a las políticas de Libre y no a las de su partido.