COMAYAGUA, HONDURAS.- María Fernanda Fúnez, una madre comayagüense, ha sabido transmitir con creces el don de servir al más necesitado a sus dos pequeñas hijas Grecia Gisselle, de 9 años, y Astrid Aylem Banegas Fúnez, de 7.
En sus tiempos libres, las tres se visten de payasitas para llevar sonrisas, alimentos y regalos a las familias más desposeídas de la zona rural y urbana del municipio de Comayagua.
Cada vez que llegan a las comunidades postergadas son recibidas con mucho cariño por los habitantes.
María Fernanda lleva siete realizando labores sociales e involucrando a sus hijas, que se convierten en su mejor compañía.
Durante el año organizan celebraciones en el Día de la Madre, el Día del Niño, hacen cenas navideñas, entrega de útiles escolares, zapatos, ropa y juguetes que consiguen en donación de empresa, pequeños negocios y personas particulares que creen en su proyecto.
Cada evento es apoyado por amigos de la pequeña pero unida familia de tres integrantes, proporcionándoles el transporte y algunos regalos.
Para este mes tienen planificado visitar varias comunidades rurales y el hospital regional Santa Teresa para llevar alegría, pasteles, confites piñatas y juguetes a los niños ingresados.
“Es una bendición poder compartir con tantas personas necesitadas y disfrutar de una sonrisa sincera con cada niño y lo hago desde que estaba embaraza de mi hija menor Astrid y en compañía de mi hija mayor Grecia”, expresó esta madre.
Talento y bondad
Grecia y Astrid hacen un dúo dinámico y capaz de hacer reír a carcajadas a los niños y adultos con su carisma.
Ellas conducen un programa de televisión llamado “La raíz infantil” en donde presentan música para niños, bailan e interactúan con los televidentes.
Grecia es más callada, es muy observadora y aplicada a sus estudios y como hermana mayor siempre lidera cada acto que ejecutan frente al público.
Para ella, una de las cosas que más le gusta hacer es enseñar valores morales y espirituales a los demás niños.
“Me gusta salir de payasita en el programa para ayudar a los niños, y en especial enseñar valores, amar a Dios, la amistad, la honradez y cada vez que vamos a un lugar que antes ya habíamos visitados los niños siempre se acuerdan de los valores que les enseñamos”, confesó.
Grecia expresó que piensa seguir en la televisión y hacer labores sociales detrás de un micrófono hasta que Dios se lo permita. Sueña con ser médico.
Astrid es más extrovertida, siempre camina sonriendo y es muy dispuesta a colaborar en las actividades.
“Me encanta lo que hacemos con mi mamá y mi hermana, es muy divertido”, dijo.
Añadió que le gustaría ser una abogada y seguir ayudando a personas necesitadas.
Los fondos que obtienen por publicidad en el programa de televisión son invertidos en la compra de materiales y productos que donan en las comunidades vecinas.
En sus planes como familia está continuar llevando alegría y alimento a los lugares marginados y para ello requieren de mayor apoyo de la empresa privada y personas particulares.
En la actualidad, María Fernanda sostiene a sus dos hijas con el ingreso que obtiene por el alquiler de unas viviendas.