TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El ambiente político que vive el país —que tiene como trasfondo los intereses partidarios— pone a las elecciones generales 2021 en un camino incierto donde la desnaturalización y la deslegitimación pueden ir de la mano si no se hacen los correctivos a tiempo.
Para los analistas políticos esto se veía venir por tres razones fundamentales: la dilatoria que sufrió la aprobación de la Ley Electoral, el interés del partido de gobierno de no perder el poder y el deseo natural de la oposición de asumir los destinos del país.
El presupuesto solicitado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para instalar tecnología y dar resultados en tres horas está viviendo un escenario de dudas.
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Son juez y parte
Para el analista político y profesor universitario Filadelfo Martínez, los partidos “tienen sus intereses, sus contradicciones”. “Cuando son los partidos los que están compitiendo y haciendo las funciones de árbitros hay intentos de manipular la ley y esto es lo que deslegitima todo el proceso y provoca una incertidumbre”. Para este analista, la única forma de evitar estas crisis es sacando a los partidos del CNE “porque no pueden ser juez y parte”.
El control del poder es el anhelo máximo de todo partido político y prueba de ello es que los tres grandes entes de oposición no lograron ponerse de acuerdo para entablar una alianza integral. Esta es otra causa de la situación que se vive y “es preocupante”, según el representante de organismos electorales de América Latina, Augusto Aguilar.
La no aprobación pronta del presupuesto para tecnología es parte de “dilatorias que reducen el tiempo que necesita el organismo electoral para organizar bien las elecciones”, dijo.
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