TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las consecuencias provocadas a la infraestructura por parte de los dos huracanes que acaban de embestir al país es una razón más para que no se vaya cometer el error de cerrar el aeropuerto Toncontín a los vuelos internacionales.
En estos términos se expresó ayer el designado presidencial Ricardo Álvarez, que ha mantenido una posición en contra de la inhabilitación del aeropuerto capitalino bajo el argumento de que se está construyendo Palmerola.
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Una prueba de que este inmueble cumple una función importante es que está sirviendo para que llegue ayuda internacional ante el cierre temporal del aeropuerto de San Pedro Sula.
“Se trata de salvar vidas y tener un aeropuerto acondicionado para que en épocas de desastre salir adelante, que haya capacidad de respuesta, de recibir donaciones”, justificó Álvarez.
“Estoy a favor de que Palmerola le puede servir a toda Honduras, lo que rechazo es que dejen a Toncontín solo para vuelos nacionales”, argumentó. Recordó que casi todos los sectores organizados de Tegucigalpa comparten su posición.
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