Tegucigalpa, Honduras
El Registro Nacional de las Personas (RNP) requiere de 280 millones para hacerle frente a las necesidades derivadas del proceso electoral de noviembre.
Funcionarios de la institución informaron a EL HERALDO que ya mandaron el presupuesto a la Secretaría de Finanzas, pero no han recibido aún respuesta.
“Estamos esperando, hemos hecho los acercamientos, pero todavía no tenemos el dinero disponible para utilizarlo en el proceso general de 2017”, dijo el subdirector técnico, Gerardo Martínez.
Si Finanzas aprueba ese presupuesto, el RNP podrá -además de identificar a los hondureños que no tienen su tarjeta identidad- ejecutar otros proyectos que son de importancia para fortalecer el sistema de identificación.
Habrá más registros civiles con sistemas de informática, se desplazarán brigadas para identificar y distribuir tarjetas de identidad y se dispondrá de recursos para pagar horas extras y viáticos.
Pero todo esto solo son proyectos porque por ahora “no tenemos ni un lempira”, dijo el funcionario del RNP. “Todo el presupuesto que se nos dio para las primarias se utilizó para pagar deudas” relacionadas con ese mismo proceso electoral, informó Martínez.
Al igual que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), el RNP arrastró deudas del proceso electoral de 2013 que fueron pagadas con el nuevo presupuesto electoral.
Para el proceso electoral primario celebrado el 12 de marzo, el RNP recibió de Finanzas 224 millones de los cuales 200 millones fueron destinados a honrar compromisos, según el funcionario.
Si Finanzas destina los 280 millones solicitados, el RNP podrá comprar tecnología para aumentar la base de datos al sistema que por ahora solo tiene capacidad para almacenar siete millones de datos. Lo preocupante, advirtió el subdirector técnico, es que de los siete millones de capacidad ya están registrados en el sistema 6.6 millones. “Estamos llegando al límite de las transacciones que podemos hacer con esta base”, expresó.
“El año pasado se compró equipo para cambiar los programas de informática, pero se necesita de una segunda etapa que es la biometría. Con esta etapa se va a modificar la capacidad de captación de huellas dactilares”