Tegucigalpa, Honduras.- El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (FF AA) de Honduras, Roosevelt Hernández, asistió a la juramentación de Julio César Avilés Castillo como jefe del Ejército de Nicaragua.
El acto se desarrolló el pasado 21 de febrero en la Plaza de la Fe en Managua. Áviles Castillo alarga por seis años más su puesto al mando del Ejército tras ser juramentado por el gobernante nicaragüense Daniel Ortega.
“Felicitaciones al general Áviles Castillo por este nuevo período. Sabemos que vamos a continuar de la mano en esta lucha contra el narcotráfico y el tráfico de personas para traer paz y tranquilidad a nuestros pueblos”, declaró Hernández.
Al evento también asistieron Johan Alexander Hernández Lárez, comandante general del Ejército Bolivariano de Venezuela; Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba; Valerii Korobkov, representante del ministerio de Defensa de Rusia; Juan Ángel Carrera Sandoval, representante del ministerio de Defensa de Guatemala; José Orlando García Mena, representando al ministerio de Defensa de El Salvador, entre otros jefes militares de más países.
Figura polémica
Julio César Avilés fue sancionado en 2020 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de los Estados Unidos al señalarlo como responsable de permitir la represión contra los ciudadanos que se manifestaron en contra del régimen de Ortega en el estallido social de 2018.
Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN) de la ONU denunció que Avilés Castillo de proveer armas a grupos paramilitares que reprimieron a los protestantes en el estallido social de 2018.
Según una nota del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Avilés “brindó apoyo a la policía y las pandillas paramilitares que cometieron crímenes contra el pueblo nicaragüense, incluidos ataques contra manifestantes durante las movilizaciones que comenzaron en abril de 2018”.
Avilés ha sido una pieza clave para el gobierno autoritarista de Ortega, acumulando ya 15 años desde 2010, siendo el máximo jerarca de la institución castrense.
No es la primera vez que Roosevelt Hernández se reúne con un alto militar vinculado a regímenes autoritarios y represivos.
En agosto de 2024, el jefe de las FF AA hondureñas junto al exministro de Defensa, José Manuel Zelaya Rosales, tuvieron un encuentro en Venezuela con Vladimir Padrino López, ministro de Defensa del gobierno de Nicolás Maduro.
Padrino López, quien ha manifestado su lealtad al sucesor del extinto Hugo Chávez, es acusado por la justicia estadounidense por conspirar para el tráfico de cocaína por vía aérea.
Por otro lado, la Organización de los Estados Americanos (OEA) responsabilizó a Padrino López de cometer brutales ataques a la población y acusándolo crímenes de lesa humanidad en el marco de las protestas en Venezuela en 2017.
La reunión de Zelaya y Hernández con Padrino López derivó en que la embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu, cuestionara el encuentro.
Como consecuencia, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, objetó a las declaraciones de Dogu tildándolas de “injerencia” e “intervencionismo”, ordenando así dar por terminado el Tratado de Extradición entre Honduras y Estados Unidos.
No obstante, el pasado 18 de febrero, a diez días de que venciera el tratado de extradición entre ambos países, la mandataria retrocedió en su decisión y anunció que este instrumento se extenderá.
“Anuncio que he llegado a un acuerdo con la nueva administración de los Estados Unidos para que el Tratado de Extradición continúe con las salvaguardas necesarias para el Estado de Honduras, garantizando su aplicación objetiva”, informó en su cuenta de X.
De acuerdo a lo explicado por el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, el tratado de extradición se extendió hasta el 27 de enero de 2026, día en que culmina el gobierno de Castro y entra en vigor el siguiente mandato.