TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El amor por sus hijos y sus deseos de vivir le sumaron fuerzas para evitar ser soterrada.
“Yo era la persona que decían que había quedado soterrada en la Flor del Campo, todos estaban asustados, pero pensé en mis hijos y logré escalar para evitar ser soterrada”, relató Clara Antonia Lagos, de 39 años de edad.
Y es que en un solo terreno con pendiente inclinada se construyeron tres viviendas; en una de ellas habita Clara y en las otras dos, su madre y su hermana.
Clara recuerda que alrededor de las 8:30 AM escuchó el estruendo de una roca que impactó en el patio de su vivienda, abrió la puerta para inspeccionar qué sucedía y al querer ingresar a la casa de su hermana “la tierra se partió”.
“Yo estaba del lado en el que toda la tierra se abrió, yo logré pasarme de nuevo a la casa de mi mamá, hasta gateando, me agarraba de la misma tierra, yo solo pensaba en salir, en sacar a mis hijos”, narró con tono exaltado la señora al recordar el terrible momento.
Lea además: Rescatan a familia tras desbordamiento de río en Marcovia
No hubo palabras de ayuda que pronunciaran sus labios, pues esa energía asegura que la empleó para evitar ser cubierta por el muro de adobe de la casa vecina.
“Aquí estoy bien, les gritaba a mis hijos que lloraban porque estaban muy asustados, pensaban lo peor”, manifestó la sobreviviente.
En la actualidad Clara se encuentra con dolor muscular, pero con más fuerza que nunca para sacar adelante a su familia sin importar que el que era su hogar ya no pueda ser habitado.
Clara se encuentra entre las 690 personas atendidas en los nueve albergues habilitados en el Distrito Central.
Se espera que en las próximas horas se habiliten dos nuevos albergues para atender a más personas que han sido perjudicadas por las recientes lluvias.
Uno de ellos se ubicará en la colonia Loarque y otro en la falda del Cerro Juana Laínez, informó Julio Quiñónez, subcomisionado de Copeco para el Distrtito Central.