Una suplantación de identidades se estaría dando en los hospitales públicos y en clínicas privadas del país.
Ese es el modus operandi de las personas que alquilan sus vientres y luego entregan al bebé a las personas que pagan por el proceso de fertilización.
La mujer que acepta quedar embarazada por inseminación artificial o fecundación in vitro se inscribe en el lugar donde lleva sus consultas médicas con el nombre de la mujer que criará al niño.
Con el mismo nombre se inscribe en el lugar que la fémina dará a luz al bebé para luego entregarlo a quienes serán los padres del menor.
Lo anterior se realiza con el objetivo de que la pareja no tenga problemas al momento de inscribir al niño en el Registro Nacional de las Personas (RNP).
La Unidad Investigativa de EL HERALDO constató esta información a través de diferentes testimonios que tienen pleno conocimiento de esta práctica.
A su vez, se realizó un recorrido en hospitales públicos de la capital y en varias clínicas privadas para constatar el nivel de seguridad que manejan.
En el recorrido se observó en un hospital público que el procedimiento para sacar a un recién nacido no es nada complejo.
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Se hizo un seguimiento a unos padres desde el área de recién nacidos hasta la salida del centro asistencial.
Al momento de salir, el personal de seguridad les pidió cuatro documentos. La persona que lleva al bebé debe presentar en el portón principal el alta médica con los datos del bebé, el recibo de pago por los servicios brindados en su estadía y dos fotocopias de la cédula de identidad.
Seguido de eso, los guardias hacen una ligera revisión de las bolsas o cartera que lleve la persona.
Esas fotocopias de identidad quedan como registro de la persona que retiró al bebé, tiene que ser de la madre del niño.
Ese procedimiento es similar en otros centros asistenciales.
Según la versión de varios testimonios, hacer el procedimiento en una clínica privada es mucho más factible.
Esta situación refleja que la seguridad de los establecimientos sanitarios es vulnerable ante una mujer que se inscriba con un nombre que no es el suyo, suplantando la identidad de quien luego inscribirá al bebé de manera legal.
En Honduras no existen leyes que regulen ni penalicen las prácticas de vientres de alquiler.
En México, Estados Unidos, Canadá, Chile, Brasil, Costa Rica, entre otros, esa práctica es legal. Hace unas semanas se introdujo en el Congreso Nacional un proyecto de ley encaminado a legalizar la gestación subrogada, pero no ha sido dictaminado.