Las víctimas del tiroteo registrado el martes en México fueron identificados como un niño y un hombre hondureños que viajaban en busca del sueño americano.
Con apenas 10 años de edad, el menor Óscar Ramón Cardoza Sevilla vio apagarse sus sueños en una tierra ajena.
El menor murió durante una balacera que se desató en contra de unos 40 migrantes centroamericanos en Veracruz, entre los cuales viajaban hondureños, guatemaltecos y salvadoreños.
Además del pequeño, otro hondureño de 50 años, y quien aún no ha sido identificado, murió y una joven que los acompañaba resultó herida.
El menor hondureño viajaba de manera indocumentada en compañía de su hermana (15) y una prima (23) hacia los Estados Unidos para reencontrarse con su madre.
El grupo viajaba clandestinamente cuando fueron atacados presuntamente por un comando de agentes federales que pidieron al vehículo detenerse, quienes al ver que no atendían el llamado arremetieron a disparos contra el camión.
El hombre murió en el lugar, mientras que el pequeño Óscar Ramón fue trasladado a un hospital donde murió poco después.
Las víctimas habían partido el pasado 28 de septiembre del barrio San Isidro, Tocoa, al norte de Honduras.
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