La ciudad más importante de Honduras, Tegucigalpa, merece y reclama mayor seguridad.
En su cumpleaños número 435, sus 950 mil habitantes claman por una política de resguardo efectiva y que reduzca cuando ante los elevados índices de delincuencia que empañan su fiesta.
Pese a la debilidad que enfrenta la entidad encargada de brindar esa tranquilidad y seguridad, la Policía Nacional de Honduras, el esfuerzo por reducir ese crudo y gris panorama no desmaya en la capital hondureña.
El Observatorio de la Violencia de la UNAH hasta junio de 2013 avala ese esfuerzo al indicar que el número de muertes violentas disminuyó en un 4.3 por ciento.
El documento detalla que en 2012 se contabilizaron 891 decesos, mientras que en 2013 unos 878 ciudadanos perdieron la vida, es decir, 13 muertes menos que el año anterior.
Sin embargo, los capitalinos aseguran que la situación es alarmante y preocupante. Los asaltos, asesinatos, secuestros y masacres están a la orden del día y que solo los políticos no ven la realidad.
Aunque las cifras para la población son bajas, casi imperceptibles, para las autoridades policiales la disminución de muertes es producto de la nueva estrategia de seguridad por cuadrantes implementada por la Secretaría de Seguridad de Honduras.
No obstante, en opinión de los capitalinos no se puede hablar de reducción del crimen si la estrategia de seguridad tiene apenas 41 días.
Alarmante
La improvisación en seguridad en esta administración ha dejado como saldo en titularidad de la Policía Metropolitana el cambio de siete jefaturas.
Mientras la Policía Nacional de Honduras se aventura en el rescate institucional, la violencia retumba en la capital, con una tasa de 88.2 homicidios por cada 100 mil habitantes, que está por encima de la tasa nacional de 85.5 por cada 100 mil.
Tal es el caso que en 288 de los 896 barrios y colonias se registraron solo en 2012 más de 945 muertes, la mayoría contabilizados en el sector noroeste de la capital.
Según datos de la Policía Nacional de Honduras, en Tegucigalpa son asaltadas cinco viviendas diarias y durante 2012 más de medio millón de capitalinos fueron asaltados a bordo de las unidades del transporte urbano.
Por su parte, la Policía Municipal reporta de tres a cinco asaltos diarios en el corredor del centro histórico, la plaza La Merced y Los Dolores.
Javier Díaz Calidonio, jefe de la unidad, detalló que el robo de carteras, celulares e invasión de vendedores ambulantes son las principales ocupaciones de sus elementos.
Otro flagelo que azota la población es el cobro del “impuesto de guerra”, que ha generado a su paso un saldo de más de 16 muertes violentas y al menos 14 asaltos diarios en puntos de taxis y estaciones de transporte púbico.
Nuevos esfuerzos
Pese a este panorama desalentador, las autoridades de la secretaría de Seguridad no claudican en la búsqueda de esfuerzos para devolver la tranquilidad a la población.
Es así que hoy la seguridad de la capital está a cargo de cuatro Unidades Metropolitanas de Prevención e Intervención contra el Crimen (UMEP).
Esta nueva dinámica sustituyó la vieja estructura de una Unidad Metropolitana de Seguridad que dirigía a siete Distritos Policiales. Al paso de este esfuerzo los jerarcas de la institución consideran que a nivel institucional las UMEP han recuperado el mando, control y la supervisión del personal.
La llegada de este sistema trajo consigo un aumento de logística. Vehículos, motocicletas, telefonía celular ilimitada y radiocomunicadores son parte del nuevo equipo de trabajo.
“Esta estrategia de seguridad optimiza los recursos con los que cuenta la institución, en vista de que se reduce el territorio y población a cargo que tiene cada oficial”, aseguran.
Las UMEP son dirigidas por un jefe y subjefe de unidad quienes a su vez tienen a cargo de uno a tres Distritos Policiales. Todas las unidades son independientes y tienen a cargo perímetros determinados divididos en cuadrantes.
Para el caso, la UMEP-1, a la que le corresponde el centro de la capital, tiene como responsabilidad cuatro estaciones policiales, que son El Edén, El Manchén, San Miguel y el barrio Abajo.
La UMEP-2 en el centro de Comayagüela es dirigida desde barrio Belén y tiene bajo su mando las estaciones policiales del Galindo, Campo Cielo, San Francisco, Nueva Capital y El Durazno.
La UMEP-3, al sur de la capital, tiene su sede en el barrio La Granja, y su radio de acción está en las postas policiales de las colonias La Rosa, Alemán, Loarque y Nueva Esperanza.
Entretanto, la UMEP-4 tiene asignado el oriente de la ciudad y tendrá como sede la estación policial que está ubicada la colonia Kennedy, y cubre las estaciones de la colonia Villa Nueva, Los Pinos y las Palmas, entre otros sectores.
Uno de los talones de Aquiles para hacer efectiva las políticas de seguridad de la policía es el déficit histórico que hay de personal y logística.
Insólito resulta saber que apenas se cuenta con 943 elementos para dar protección a más de 1.5 millones de habitantes en un radio de acción de unos 1,397 kilómetros cuadrados.
Por su parte, la Policía Municipal cuenta con 100 agentes distribuidos en tres turnos de 30 policías cada uno.
Calidonio anunció la contratación de 100 elementos en los próximos días.