Los dueños y conductores de buses 'rapiditos' ilegales realizaron este jueves la primera protesta del mes, para exigir el registro de sus unidades.
La protesta inició en las inmediaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en el bulevar Suyapa, y se dirigió hacia la Casa Presidencial.
Los microbuses 'brujos' quedaron estacionados a unos metros de la sede del Ejecutivo, debido a un cerco de seguridad que les impidió el acceso en el bulevar Juan Pablo II.
Los manifestantes sostienen que no reclaman subsidios ni bonos del gobierno de Honduras, sino la oportunidad de trabajar legalmente.
La sobreoferta del transporte urbano en la capital hondureña ha obligado a las autoridades a suspender la emisión de nuevos permisos de operación; no obstante estas unidades continúan circulando pese a los constantes decomisos.
Según datos de la Dirección General de Transporte, alrededor de 1,200 rapiditos 'brujos' circulan en la capital hondureña.
Las autoridades han planteado endurecer las multas y extender el tiempo del decomiso de las unidades, para desalentar su funcionamiento.
