La operación criminal se ejecutó sin disparar un sólo tiro y el grupo escapó del aeropuerto internacional de Sao Paulo con una carga de 718 kilos de oro.
Hasta ahora la fuerza no ha conseguido localizar la carga, valuada en cerca de 30 millones de dólares, ni a ningún miembro del grupo -de al menos diez personas- que el jueves ingresaron en la terminal de cargas del aeropuerto de Guarulhos disfrazados de policías y se llevaron el botín.
Joao Hueb, delegado del Departamento Estadual de Investigaciones Criminales (DEIC), destacó este viernes el profesionalismo de la banda.
El golpe que concluyó en la fuga del aeropuerto con el cargamento del metal precioso comenzó a ser ejecutado el miércoles, cuando el supervisor del área de carga del aeropuerto y su familia, incluidos cuatro menores de edad, fueron tomados como rehenes -en total nueve personas-.
TE PUEDE INTERESAR: Migrantes son devueltos de Estados Unidos y abandonados en norte de México
Con los rostros cubiertos y portando armas largas, los delincuentes llegaron al aeropuerto el jueves por la tarde, llevando consigo al funcionario como rehén.
En pocos minutos, cargaron el oro en la caja de una de las dos camionetas clonadas que simulaban ser patrullas de la policía y escaparon.
Los criminales abandonaron los dos vehículos clonados en un galpón a unos 20 kilómetros del aeropuerto y allí se perdió su rastro. Según dijo la policía, el grupo utilizó extintores para ocultar las huellas dactilares del vehículo.
La policía investiga si el grupo es el mismo que en 2018 ejecutó otro sofisticado robo en Viracopos, otro aeropuerto del estado de Sao Paulo. La terminal de carga de ese aeropuerto fue invadida por un grupo de cinco hombres armados que consiguieron robar cinco millones de dólares.
'No descartamos ninguna hipótesis. Investigamos todas las posibilidades, incluso que ellos puedan haber participado del grupo que asaltó Viracopos', dijo Hueb.
VEA: El cardenal Ortega mediador en Cuba y artesano en EEUU
La mujer del funcionario del aeropuerto, que había sido capturada el miércoles, fue liberada sólo minutos después de la huida de los delincuentes. Durante más de 12 horas estuvo privada de su libertad y aislada de su marido, forzando al empleado a colaborar, según dijo la policía este viernes.
Además de los dos vehículos de policía falsos que llegaron al aeropuerto, los delincuentes utilizaron al menos otros tres vehículos.
La fuerza de seguridad presume que los vehículos fueron comprados de forma legal, aunque utilizando nombres falsos.
La empresa GRU Airport, concesionaria del aeropuerto de Guarulhos, dijo que la carga tendría como destino las ciudades de Zúrich y Nueva York.