La filmación retransmitida por la televisión estatal KCTV mostraba al líder Kim Jong Un supervisando el miércoles un lanzamiento desde lo que parece un puesto de comando móvil, y la silueta de él mirando cómo el arma se elevaba en el cielo.
No obstante, en un movimiento inusualmente secretista, algunas de las imágenes habían sido posteriormente pixeladas, y la agencia oficial KCNA ni siquiera publicó fotografías de las pruebas.
Esto sugiere que Pyongyang no ha mostrado previamente el nuevo sistema en uno de sus desfiles militares y que estaba tratando de ocultar algunas de sus características.
Tras el lanzamiento, Seúl afirmó que el ensayo incluía dos misiles balísticos de corto alcance que volaron 250 kilómetros antes de caer en el mar.
Por su parte, la KCNA lo describió como un 'sistema guiado de lanzamiento múltiple de cohetes de gran calibre recientemente desarrollado'. Su uso principal sería en 'operaciones militares terrestres', afirmó la agencia.
- Nueva amenaza -
Cho Sung-ryul, investigador del Instituto de Estrategia para la Seguridad Nacional aseguró que este tipo de sistema supondría una nueva amenaza para instalaciones específicas de Corea del Sur.
Estados Unidos tiene apostados 28.500 soldados en ese país, uno de sus principales aliados en materia de seguridad en la zona. Muchos de esos militares están basados en el campamento Humphreys, en Pyeongtaek, al sur de Seúl. Se trata de la mayor instalación castrense estadounidense de ultramar.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que recientemente promocionó su relación con el líder norcoreano, aseguró que esa retórica estaba dirigida antes a Seúl que a Washington.
El lanzamiento del miércoles llega tras otras dos pruebas realizadas la semana pasada, que Pyongyang describió como 'una amenaza solemne a los belicistas surcoreanos' al tiempo que pedía la cancelación de las maniobras conjuntas planeadas entre Washington y Seúl.