Dos de los tres jueces que escucharon los argumentos en la Corte de Apelaciones del Circuito de Washington _ Judith Rogers, nombrada por Bill Clinton; y Thomas Griffith, nombrado por George W. Bush _ parecían dispuestos a ordenar que al menos parte del material pedido por la cámara baja fuese entregado.
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El asesor legal de la cámara Douglas Letter les dijo a los jueces que la necesidad de recibir el material es “inmensa” porque ayudará a los legisladores a responder a la pregunta: “¿Fue deshonesto el presidente en sus respuestas a la investigación de Mueller?”.
La Comisión de Asuntos Jurídicos de la cámara quiere testimonios ante el jurado investigador y otros detalles, hasta ahora editados, del reporte de Mueller sobre interferencia en las elecciones del 2016.
El mes pasado, una jueza ordenó al Departamento de Justicia entregar el material editado, pero el gobierno de Trump apeló. Cualquiera que sea la decisión del panel de apelaciones, lo más probable es que la causa termine en la Corte Suprema.
Griffith indicó que la cámara baja tiene un interés especial por el material toda vez que el reporte de Mueller dejó en manos del Congreso decidir si Trump había obstruido la investigación.
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Pero una tercera jueza, Neomi Rao, nombrada por Trump, pareció más inclinada en favor del argumento del Departamento de Justicia en contra de entregar la información. La jueza cuestionó si las cortes deberían intervenir en una disputa sobre juicio político entre las ramas legislativa y ejecutiva.
Los abogados del Departamento de Justicia dicen que les está prohibido entregar el material editado, en parte porque una investigación de juicio político no es un “proceso judicial” bajo la ley federal que gobierna la publicación de material de jurados investigadores. Trump ha dicho que la investigación es una “cacería de brujas”.
Griffith mencionó la posibilidad de que se publique menos material que el prescrito por la jueza federal Beryl Howell en su orden del 25 de octubre. Griffith preguntó si tenía más sentido que un juez realizase una audiencia y examinase cada fragmento editado del reporte de Mueller y escuchase argumentos sobre si el Congreso debe explicar una necesidad particular por esa información.
