El alcalde de Miami (Florida, sureste de Estados Unidos) ordenó el jueves a las cárceles obedecer al presidente Donald Trump, con el fin de limpiar la reputación de 'ciudad santuario' de inmigrantes indocumentados y no poner en riesgo el ingreso de fondos federales.
Carlos Giménez, alcalde del condado de Miami-Dade, instruyó al Departamento de Correccionales 'a honrar todas las solicitudes de detención de inmigrantes recibidas por el Departamento de Seguridad Interior', confirmó a la AFP el portavoz de la alcaldía Michael Hernández.
El alcalde republicano busca así la simpatía del presidente, que ordenó el miércoles cortar fondos federales a las cerca de 300 'ciudades santuario' del país que se niegan a arrestar y contribuir a la deportación de inmigrantes sin papeles.
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Las mayores ciudades santuario, Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, prometieron resistir este castigo y seguir protegiendo a los inmigrantes, pero el alcalde de Miami ha rechazado esta etiqueta que le impuso el año pasado el Departamento de Justicia.
Miami se ganó la inclusión en esta lista porque su policía local se negaba -hasta este jueves- a detener a los inmigrantes indocumentados requeridos por el gobierno federal a menos que Washington pagara los costos de su encarcelamiento.
El alcalde dijo al diario local Miami Herald que tomó una decisión financiera al ordenar la detención de los inmigrantes requeridos por el FBI, yendo contracorriente de la mayoría de las ciudades santuario del país.
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'Me quiero asegurar de que no pongamos en peligro los millones de dólares en fondos que obtenemos del gobierno federal por un asunto de 52.000 dólares', explicó Giménez, un republicano que dijo haber votado por Hillary Clinton, al Herald.
Cincuenta y dos mil dólares es lo que le habría costado al condado el año pasado detener a los inmigrantes en prisiones locales.
Según el centro de estudios Migration Policy Institute, Florida alberga 650,000 inmigrantes indocumentados. Es el cuarto estado con mayor cantidad de población de personas sin papeles después de California (más de 3 millones), Texas (1.5 millones) y Nueva York (870,000).
El condado de Broward, al norte de Miami-Dade, también es considerado 'santuario', y así como Miami busca limpiar esa reputación, según dijo su alguacil Scott Israel al canal ABC.
Trump ha firmado las órdenes ejecutivas que tanto temían muchos inmigrantes durante la campaña electoral. El miércoles ordenó la construcción de un muro en la frontera y este jueves aseguró que México lo pagará a través de un arancel de 20% a sus exportaciones a Estados Unidos.
Hondureños con incertidumbre
El anuncio del alcalde, sumado a las órdenes de Trump, ha provocado 'incertidumbre' y 'miedo' en los hondureños radicados sin documentos en Estados Unidos, informó un líder de la comunidad catracha radicada en Miami.
'La verdad que aquí todo es un pánico, trauma e incertidumbre. Donald Trump está cumpliendo sus promesas de campaña', expresó Francisco Portillo, coordinador de la Organización Hondureña Integrada Francisco Morazán (OHIFM).
Portillo confirmó las intenciones del funcionario de Miami de querer quitar el calificativo de 'ciudad santurario'.
Según estimaciones de activistas, en Florida residen alrededor de 60,000 hondureños de forma legal e ilegal.