Sin embargo, la amenaza de imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas, que podría haber tenido consecuencias catastróficas para las dos economías, fue el desencadenante de toda una crisis que culminó con un acuerdo el 7 de junio que sería evaluado en 90 días, plazo que culmina este jueves.
Estas son las claves de lo acordado y de cómo ha cambiado la política migratoria en estos tres meses.
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¿En que consistió el acuerdo?
México se comprometió a reforzar los controles para contener a los migrantes que entran y transitan irregularmente por el país y a aceptar y dar servicios básicos a todos los solicitantes de asilo del programa conocido como “Permanecer en México” que devolviera Estados Unidos para esperar su proceso aquí.El único compromiso concreto de Washington, además de algunos millones de ayuda a Centroamérica, fue agilizar esos procesos de asilo.
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¿Cumplieron los compromisos?
México ha desplegado 21,600 efectivos -entre militares y miembros de la nueva Guardia Nacional- para controlar las fronteras y las rutas migratorias, aumentó los retenes en todo el país e integró un centro de coordinación de operaciones en Monterrey.Según el primer informe de Gobierno que dio hace unos días el presidente López Obrador. También trasladó a miles de solicitantes de la frontera norte hacia el sur, presuntamente para garantizar su seguridad.
Estados Unidos está levantando carpas en la frontera, donde realizará parte de las audiencias por videoconferencia para agilizar los procesos.
¿Qué dicen las cifras?
Estados Unidos tiene menos migrantes en su frontera sur. Por un lado, la Patrulla Fronteriza detuvo en julio a 72,000 personas (frente a las 95,000 de junio y las 133,000 de mayo), lo que hace pensar que menos migrantes han llegado.Por otra parte, ha devuelto a México al menos a 32,000 solicitantes de asilo del programa “Permanecer en México”.
México ha estado incrementando las detenciones y las deportaciones mes tras mes desde principios de año y sobre todo en abril pero, curiosamente, ambas acciones se redujeron, sobre todo el número de arrestos que pasó de 31,000 en junio a 18,700 en julio.
Eso puede sugerir que deporta a todos los detenidos -los deportados en julio fueron 18,100, casi el mismo número-, que el flujo de migrantes hacia el norte se ha reducido, o que las redes de tráfico son más exitosas y los migrantes pasan sin ser vistos.