CIUDAD DE GUATEMALA, GUATEMALA.- Al menos 18 personas, entre ellas diez niños, desaparecieron por el desbordamiento de un río causado por las fuertes lluvias, que a además afectó seis viviendas en el centro de la capital de Guatemala, informó este lunes protección civil.
La “crecida de río arrastra viviendas del asentamiento Dios Es Fiel, ubicado abajo del puente El Naranjo”, por donde pasa el río homónimo, dijo a periodistas Rodolfo García, vocero de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred).
La Conred, entidad a la que pertenece protección civil, precisó que hasta el momento hay “18 personas desaparecidas y seis viviendas con daño severo”.
Gran parte de las viviendas de la capital abocan sus aguas negras en el río desbordado, en cuyas márgenes miles de habitantes desfavorecidos han levantado construcciones pese a que está prohibido por las autoridades.
El incidente se registró la madrugada de este lunes tras las fuertes lluvias registradas desde el día anterior. Las corriente del agua, que arrastró piedras, tierra y desechos afectaron seis viviendas de la zona, construidas en su mayoría con láminas de zinc.
El lugar quedó devastado por la fuerza de la corriente y ahora solo se observan enormes piedras y escombros en la zona, según un periodista de la AFP.
Desapareció todo
Esaú González, habitante de la zona afectada de 42 años, trataba de asimilar la tragedia que vive junto a sus vecinos y no sale del asombro por cómo lo perdieron todo por la corriente de agua.
“Fue como un tornado, el río traía fuerza, entonces se pasó llevando varias casitas, lamentablemente se desapareció todo este sector porque se llevó casitas, pertenencias de vecinos, los vecinos desparecieron”, relató a la AFP este guatemalteco que dice tener varios oficios para vivir.
González afirmó que los vecinos están afectados “psicológicamente”, pero la necesidad les empuja a vivir en esas condiciones ante la falta de una “política de viviendas dignas”.
“Acá estamos como en familia (...) nos afecta porque lamentablemente en Guatemala no hay una política habitacional y eso nos tiene acá, pero estamos en familia”, insistió.
González lamentó que la pobreza lleve a cientos de familias a vivir en laderas de barrancos. “La renta está muy alta, los salarios no alcanza para cubrir los gastos de alquiler”, se quejó.
“El río se llevó familias completas, lastimosamente ya sabíamos del riesgo, (pero) por la necesidad estamos acá”, coincidió otro vecino del asentamiento afectado, Marvin Cabrera, un repartidor de comida en motocicleta de 36 años.
Cabrera comentó que lo primero que están haciendo “es localizar los cuerpos de todos los vecinos desparecidos para darles una cristiana sepultura”.
Este vecino se mostró pesimista de cara al futuro: “Es muy difícil que nos den una reubicación”.
Miles de ciudadanos de Guatemala, donde el 59% de los 17,7 millones de habitantes viven en la pobreza, se han visto obligados a construir sus hogares precarios en laderas de barrancos, en las márgenes de ríos y zonas inundables.
Datos de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC) y la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (Anacovi) el déficit habitacional en el país es de unos dos millones de viviendas.