KENIA.- El número de miembros de una secta cristiana muertos en el sur de Kenia tras ser persuadidos para ayunar y así encontrarse con Jesucristo ha ascendido ya a 360. Las autoridades del país han informado de ello después del hallazgo este pasado lunes (10 de julio) de otros 12 cuerpos.
Estos actos macabros han conmocionado al país y han dejado al descubierto la peligrosidad y crueldad de estas organizaciones.
Las autoridades kenianas han estado investigando durante meses los informes sobre desapariciones y asesinatos relacionados con esta secta, y ahora el balance es aún más devastador de lo que se temía.
Se informó que la cifra de rescatados se mantiene en 95. Además, la comisionada regional de policía de la costa keniana, Rhoda Onyancha, confirmó que 613 personas han sido reportadas como desaparecidas hasta el momento.
Una organización peligrosa y manipuladora
Las autoridades han manifestado su determinación de llevar a todos los responsables ante la justicia y erradicar este tipo de actividades criminales, sin embargo se conoció que todo se pudo prevenir ya que no se tomaron las medidas adecuadas frente a las denuncias presentadas en el pasado contra el presunto líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie.
Las autopsias llevadas a cabo han logrado evidenciar que, si bien todos los cuerpos mostraban signos de inanición, algunos de ellos, sobre todo de los niños, tenían también rastros de estrangulamiento y asfixia.
Hasta ahora, este terrible hecho que ha sacudido al país africano tiene 37 sospechosos detenidos, esperando que la investigación aclare más quienes son los verdaderos responsables.