El 14 de agosto de 2013, en pomposa ceremonia, se realizó la firma del Dictamen de Ley de Pesca y Acuicultura por funcionarios del Ejecutivo y Legislativo del gobierno de Honduras.
Los representantes de la Asociación de Pescadores del Golfo de Fonseca (Apagolf), instantes antes de la firma, se yerguen indignados y uno de ellos sin ningún protocolo arrebata la palabra y exige con respeto contundente que no se firme el dictamen, pues no ha sido realmente socializado; privatiza la pesca y la deja en pocas manos, eliminando al pescador artesanal; entrega los mares, ríos, lagos y humedales a la oligarquía y a las transnacionales; se burla de los mestizos, indígenas y afrodescendientes etc.
La mesa principal, sorprendida y quizá avergonzada, minimiza el “Dictamen” y responde que serán los diputados nacionalistas de Juan Orlando, los liberales y el “chingaste” los responsables de aprobarlo. Nadie discute los argumentos explicativos y acusatorios… lo firman y lo entregan a la secretaria del Congreso.
Ya se había entregado un documento firmado por todas las organizaciones del Golfo de Fonseca, que no fue considerado y en esta penosa oportunidad entregan otro posicionamiento firmado por la Apagolf. Ambos documentos son coincidentes con la reciente denuncia del dirigente pescador chileno Cosme Caracciolo, quien ofrece un ejemplo de lo que pasa en Chile con la nueva ley que aprobaron allá. El caso es que: Pesca Chile, filial de la transnacional Pesca Nova España (también está Pesca Nova en Honduras), logró apropiarse de varios recursos pesqueros gracias a la nueva Ley de Pesca, concretando no solo la adquisición de derechos de propiedad sobre buena parte de los recursos pesqueros que hay en Chile, sino que además la empresa en cuestión obtuvo la potestad de permitir que entre sus activos financieros –o su capital- figuren precisamente estas cuotas de pesca, las que ahora pueden vender, tranzar, hipotecar, traspasar, y en fin, hacer cualquier tipo de negocio especulativo… Las cuotas de pesca que antes eran fijadas por el Estado a través de una especie de concesión temporal y que no constituían derechos de propiedad sobre las futuras asignaciones, hoy no nos pertenecen más, no son más un asunto de Estado, sino que son un negocio entre privados…”.
“Hoy Pesca Chile como representante legal de Pesca Nova España se encuentra en quiebra, y lo más tragicómico del asunto es que la parte más importante de sus ‘activos’, de su capital, lo constituyen los derechos de pesca que el Estado chileno les regaló, con pleno consentimiento de muchos ‘honorables’ diputados y de varios líderes de la pesca artesanal pagados por la industria pesquera... El estado que muchos aún imaginan, ya no existe. De lo contrario, en vez de estar cediendo nuestros recursos pesqueros –y naturales- a los grandes capitales extranjeros, hubiera potenciado que la buena alimentación que se consigue de los productos del mar se quedara en casa y alimentara a su gente y a sus vecinos… Hoy en día, los verdaderos pescadores artesanales exigimos la derogación de la ley, no solo porque hereda derechos de pesca a modo de cadena perpetua –por veinte años renovables, sino además porque prolonga la miseria alimenticia en nuestro país, privilegiando las irracionales ganancias y el nepotismo…”.
(Si le interesa el tema busque mis anteriores publicaciones (3) en el www.elheraldo.hn, relacionadas con USAID, Banco Mundial y G8).
Y respecto a la burla que se nos hace al declarar una zona de reserva para pesca artesanal de tres km en las costas del mar territorial, expresando a continuación que la pesca de arrastre de camarón puede realizarse en dicha reserva, citamos la reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia costarricense cuando el 7 de agosto de 2013 declaró inconstitucional la pesca industrial de arrastre de camarón debido a que esa técnica de pesca provoca serios daños al ambiente marino, y a la cantidad de fauna marina que incidentalmente es capturada pero no es utilizada, y los efectos negativos en el dominio bentónico de los océanos”, además “incide negativamente en un desarrollo sostenible democrático puesto que disminuye las posibilidades de pesca de los pescadores artesanales”, al grado que la FAO compara la pesca de arrastre con la tala rasa de un bosque”.
En Honduras, si los diputados antes de dar ese paso fatal de aprobar una ley entreguista, tienen patria y piensan en su paupérrimo pueblo, no lo despojarán más de sus riquezas naturales. Pero por las previas “entregas” que ya han hecho, pareciera que este Congreso es un rastro donde deshumanizados carniceros destazan “la res pública”.