“Las cuotas de pesca, que antes eran fijadas por el Estado a través de una especie de concesión temporal y que no constituían derechos de propiedad sobre las futuras asignaciones, hoy no nos pertenecen más, no son más un asunto de Estado, sino que son un negocio entre privados…”, denuncia el dirigente de los pescadores chilenos, Cosme Caracciolo.