El fraude electoral, la injerencia, el comandante y la extradición, cuatro cosas que no tienen nada que ver, pero que, al mismo tiempo, tienen todo que ver, gracias al evidente papel que ha demostrado el gobierno de la República en los últimos días. Desde hace un tiempo acá se ha visto el fuerte ataque de los funcionarios del actual gobierno hondureño hacia los Estados Unidos por considerar que los comentarios de la embajadora Laura Dogu son injerencistas para la autodeterminación del pueblo hondureño.
Por otra parte, Honduras reconoció el reciente “triunfo” de Nicolás Maduro en Venezuela, siendo uno de los pocos países en apoyar los resultados de un cuestionado proceso electoral, al mismo tiempo, guardándose al silencio de la represión y amenazas que existe en este momento en esa hermana nación.
Cuando aquí en 2017 se arguyó fraude electoral, nuestros actuales funcionarios eran los abanderados de la democracia, y de hecho, en lugar de condenar todo lo que está sucediendo en Venezuela, el exministro de Defensa de Honduras y el jefe del Estado Mayor Conjunto se reunieron con el ministro de Defensa de Venezuela (quien ha sido señalado y cuestionado por el gobierno de los Estados Unidos por sus vínculos con el narcotráfico). Situación que obligó a la embajadora Dogu a externar la preocupación de los Estados Unidos por este tipo de acercamientos, lo que provocó que la presidenta de la República denunciara la injerencia y el intervencionismo de los Estados Unidos, instruyendo al canciller de la República denunciar el tratado de extradición que Honduras tiene con la nación norteamericana. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Absolutamente todo.
En primer lugar, este gobierno ha celebrado con bombos y platillos las extradiciones en el pasado, no obstante, producto de estas, han surgido nombres de familiares de la presidenta Castro, así como del expresidente Zelaya, acusaciones que han sido negadas contundentemente, donde se han presentado querellas contra los que han denunciado estos vínculos, hasta que, pocos días después de este conflicto diplomático se viraliza gracias, a Insight Crime, un video del cuñado de la presidenta, pactando recibir dinero para su campaña en el año 2013, y que la mitad de ese dinero era para el comandante.
En fin, todo comenzó por apoyar y reconocer fraudes de gobiernos dictatoriales, autoritarios y señalados por sus vínculos con el narcotráfico, posteriormente se esperó la excusa perfecta para terminar el tratado de extradición y, por último, vemos a los militantes obcecados y recalcitrantes de Libre defender lo que en el pasado ellos mismos han criticado.