Editorial

En defensa de la ley

En medio de la agitación política que golpea al país tras la publicación de un narcovideo en el que se ve a conocidos políticos negociar aportes para campañas electorales con narcotraficantes, y a puertas cerradas, el Congreso Nacional juramentó a las nuevas autoridades del Registro Nacional de las Personas (RNP), el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) y el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Los nuevos funcionarios tendrán la responsabilidad de administrar el proceso electoral interno de los partidos políticos a desarrollarse en marzo de 2025 y las elecciones generales de noviembre del mismo año.

Es cierto que cada uno de los nuevos funcionarios fueron propuestos a los cargos por los partidos políticos en los que militan, pero la aspiración es que una vez en los mismos, dejen de lado sus intereses partidarios y ejerzan sus funciones teniendo como eje central de todas y cada una de sus actuaciones el cumplimiento irrestricto de la Constitución y las leyes. No se les pide más ni menos.

Es tiempo que los políticos dejen de lado las artimañas y las componendas que desgraciadamente han marcado muchos procesos electorales anteriores. Las elecciones estilo Honduras no deben ocurrir nunca más en nuestro país.

Para ello, los nuevos funcionarios tienen que estar conscientes que de su accionar depende la tranquilidad social que el país demanda.

Porque más allá de la escogencia de los candidatos a cargos de elección popular, estos procesos coadyuvan a la estabilidad política, a la legitimidad de las nuevas autoridades gubernamentales tan necesarias para trabajar, para enfrentar los problemas que agobian a la sociedad, como los de la corrupción, la violencia, la delincuencia, la pobreza, la falta de empleos, entre muchos otros.

Cumplir la ley, defenderla, es el camino a seguir. Nunca violentarla por intereses políticos partidistas.