Pero, escarbando más allá, ¿existe una asociación directa entre la pornografía y la soledad?
Antonio Escobar, psicólogo clínico, explica que la pornografía, más allá del deseo sexual sin amor, es una herramienta que pocos saben utilizar.
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“Es una herramienta, sí. Pero todo depende de cómo, por qué y qué tanto la utilice. Encierra tanto aspectos positivos (alivia el estrés, aumenta la energía, brinda estímulo placentero y en términos generales, es saludable), como negativos (impacta en las relaciones interpersonales, disfunciones sexuales o altera la realidad, entre otras)”.
En un plano obsesivo, afecta la profundidad relacional y el apego. Especialmente si se consume en soledad.
De acuerdo con una investigación del Journal of Sex and Marital Therapy, quienes ven pornografía son más propensos a experimentar la soledad o permanecer sin pareja.
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Según estudios, la pornografía puede atrapar |
Incluso el guión sexual de estas películas, que a menudo consiste en erotismo, objetivación, promiscuidad y misoginia, es contrario al apego seguro.
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Así que quienes lo consumen con regularidad pueden generar estrés dentro de las relaciones de pareja actuales o potenciales.