El temor, el asombro y la confusión se han apoderado del Centro de Adiestramiento Militar del Ejército (CAME) en Juticalpa, Olancho, oriente de Honduras, debido a extraños sucesos durante las celebraciones de culto religioso.
Al menos 17 jóvenes adscritos al Curso de Adiestramiento Básico Individual del Ejercito (CABIE) han experimentado situaciones extrañas y han sufrido hasta desmayos, según el testimonio de sus compañeros de tropa.
Actualmente, 2,252 jóvenes provenientes de diferentes regiones del país participan en el curso y desde el viernes anterior varios conscriptos han sufrido de mareos y dicen observar sombras raras, lo que ha causado preocupación en toda la población.
Ante ello, padres de familia de diferentes departamentos llegaron desde tempranas horas del domingo a las instalaciones de CAME con el fin de comprobar la situación de sus hijos y solicitar a las autoridades militares su retiro por el temor que en la zona hay 'malos espíritus'.
Según el coronel José Murillo Aguilar, subcomandante de la unidad militar, en el momento cuando escuchaban la palabra de Dios en reuniones especiales, varios elementos presentaron problemas de salud y fueron sido remitidos a clínicas especiales para sus respectivas revisiones médicas.
Le puede interesar: 'Fantasmas' no dejan dormir a vecinos de La Lomita, El ParaísoInformó que durante tres días se ha realizado una vigilia religiosa, para que todo el personal tenga fe en un Dios supremo. Lo más curioso es que estos jóvenes no presentaron ningún problema al ser revisados por un médico.
Igualmente, Héctor Mendoza, padre de familia de uno de los afectados, relató que tuvo que dialogar con su hijo, pues sufrió un desmayo, pero luego de las evaluaciones se constató que presenta un perfecto estado de salud.
Mientras que el pastor Juan Bueno califica este fenómeno como 'una manifestación de Dios'.
Durante tres días a la semana, en el CAME se desarrollan estudios bíblicos y es la primera vez que se presentan problemas de esta naturaleza, por lo que existe preocupación como autoridades.
Debido al problema, el capellán de las Fuerzas Armadas (FF AA) se trasladó hasta la zona en compañía de médicos, psicólogos y psiquiatras del hospital militar, quienes evaluarán a todo el personal que haya presentado complicaciones.
El CAME está en calma, expresó Murillo, y continúa el adestramiento de los soldados que en un futuro próximo serán los protectores de las fronteras de Honduras.
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