Tegucigalpa, Honduras
Un aniversario más de la Patria y, nuevamente, hay celebraciones, desfiles y discursos, pero el legado que dejaron nuestros inmortalizados próceres sigue siendo una deuda pendiente de los estados centroamericanos a 196 años de aquellos históricos episodios.
En el caso de Honduras miles de alumnos de los centros educativos desde el domingo están celebrando las fiestas patrias con vistosos desfiles al ritmo de bandas de guerra; no obstante, el sistema educativo no les ha enseñado a fondo la vida y obra de los hombres que soñaron con una sola patria unida, fortalecida y visionaria.
Previo a la emancipación política, durante y después de estos acontecimientos, hasta el asesinato del mártir de la unión en 1842, ocurrieron hechos que deberían ser conocidos en detalles por las nuevas generaciones que les permitiría forjarse una mayor identidad con valores y espíritu patrio.
A criterio de los expertos, todos los hondureños debemos conocer con detalle el pensamiento, vida y obra de Francisco Morazán, José Cecilio del Valle, Dionisio de Herrera y José Trinidad Cabañas cuyas acciones y obras les permitió inmortalizar sus nombres. Conocer esos dos grandes bandos que se formaron alrededor de la patria grande, las luchas que se libraron y el desenlace de estos acontecimientos en los que participaron otras personalidades que registra la historia.
Francisco Morazán, considerado el más grande hombre de Centroamérica, dejó un legado que aún sigue generando debates entre la clase política de la región, estudiantes, profesionales, historiadores y académicos.
“El pensamiento de Morazán está vivo, fue un hombre que se anticipó a su época, él quería una república de Centroamérica unida porque unida iba a ser mucho más fuerte, más rica y más respetada tanto interna como internacionalmente”, dijo a EL HERALDO Carlos Turcios, secretario ejecutivo de la Casa Morazán.
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Desconocimiento grande
En los centros educativos se enseña lo básico de nuestros próceres, pero no lo suficiente, hay debilidades que se deben corregir. “La población joven y adulta tiene un desconocimiento muy grande de la figura de Morazán o en su defecto tiene un pensamiento distorsionado”, lamentó Jorge Alberto Amaya, catedrático de historia e investigador de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).
Una prueba de la ignorancia de muchas personas es que, siendo hondureños, manejan muchos mitos de la figura de Morazán al preguntar “cosas que tienen que ver con aspectos secundarios o poco relevantes: si le faltaba una oreja, que si era masón, mujeriego, satánico, realmente esto no es lo trascendente, creemos que la gente desconoce la vigencia de la obra de Morazán”, afirmó el académico.
Para este estudioso de la obra morazánica el legado de este hombre es grande. Nos delegó las garantías individuales (derecho a la libertad, libertad de conciencia, la libre expresión, derecho a la vida, a elegir, a tener representantes), la libertad de cultos, educación laica, pública y gratuita y la lucha por la unidad del istmo. Su posición es compartida por el también historiador Miguel á ngel Cabrera. “Nuestros políticos deberían tomar ejemplo de Morazán de su valentía y honradez, deberían de promulgar decretos que le sirvan a la sociedad y preocuparse por la educación”, afirmó.
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“Yo recomiendo que en las escuelas estudien a Morazán con los valores: valentía, solidaridad, fraternidad, obediencia, disciplina, estudio”
Para Cabrera, los primeros que debe conocer bien a Morazán son los maestros
