Choluteca, Honduras
La escasez de peces en el Golfo de Fonseca está obligando a los pescadores a buscar alternativas para alimentar a sus familias.
Los problemas fronterizos que han enfrentado los pescadores en la última década los ha obligado a excavar en los esteros como una opción para llevar alimentos a sus hogares. La captura del molusco conocido como churria, una especie de almeja o curil, y su procesamiento es el único producto que les ha permitido agenciarse algunos recursos.
Y es que pese a los esfuerzos físicos y monetarios que realizan los pescadores, la captura del producto no es rentable para las más de 3,000 familias que viven del rubro de la pesca.
Una libra de churria tiene un valor comercial de 35 lempiras en el mercado local, producto que no es comestible para el humano, pero se emplea en la elaboración de concentrado en el rubro de la camaricultura.
“La situación actual de la pesca en el Golfo de Fonseca es crítica, no tenemos el recurso marino que antes disponíamos, pero como de esto vivimos los pescadores nos arriesgamos en el mar y terminamos endeudados”, afirmó Moisés Osorto, presidente de la Asociación de Pescadores del Golfo de Fonseca (Apagolf).
Se estima que para faenar durante 12 horas un pescador y su acompañante deben invertir más de 1,000 lempiras diariamente, los cuales se traducen en 650 lempiras para combustible, 40 lempiras para hielo, 50 lempiras diarios por alquiler de lancha (en el caso que alquilen) y unos 320 lempiras en alimentos.
“Casi todas las noches los pescadores están regresando sin nada de producto, ya no podemos seguir así porque estamos poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de miles de familias en el sector costero de la región”, comentó el representante pesquero.
Pescadores de zonas como Punta Ratón han tenido que cultivar hortalizas en los solares de sus casas para sortear la falta de oportunidades de trabajo.
“En el sector costero no tenemos otras oportunidades de trabajo que no sea la pesca, la agroindustria viene por temporadas y no cumple con las necesidades de todas las personas de la localidad”, asegura Félix García, presidente de la Federación Nacional de Pescadores Artesanales de Honduras (Fenafescah).
Política
La falta de una política gubernamental clara a corto y mediano plazo genera incertidumbre entre los pescadores de la zona.
Y es que si bien el gobierno está impulsando un plan trinacional para fomentar la inversión en el Golfo de Fonseca, es un proyecto a largo plazo, sin embargo, los problemas de alimentación e ingresos ya afectan a las familias.
Las autoridades de Fenafescah se han reunido con las autoridades de gobierno para entregarles un pliego de peticiones que les permitan mejorar la situación en la región costera.
“Una de las opciones que le planteamos al gobierno es que puedan ayudarnos a fortalecer la pequeña camaricultura y así tener un sustento para alimentar a las familias más pobres”, explicó García.
Lograr acuerdos que permitan la salida a mar abierto por parte de los pescadores, la reducción de los intermediarios y el fortalecimiento del sistema crediticio del pescador son otras opciones que proponen.
“Necesitamos que todas esas alianzas que se están tratando de hacer a nivel internacional primero sean consensuadas con los pescadores, quienes somos, al fin y al cabo, los beneficiados y perjudicados”, aseguró Moisés Osorto de Apagolf.