Comayagua, Honduras
La danza acompañada de burla ha iniciado. A todos los que a ellos ven, una sonrisa o un susto les dan.
Nos referimos a “los diablitos”, los míticos personajes que salen a las calles de Comayagua a bailar para mantener viva una tradición de más de tres siglos.
“Los diablitos” son personajes que visten trajes coloridos, de camisas satinadas y floreadas, mangas largas, chaleco y corbata. Usan pantalón hasta la rodilla con bordados al final, medias, tenis o sandalias de cuero.
En la cabeza usan máscara de madera, un gorro parecido a un turbante hecho de cartón forrado de papelillo multicolor con una cola del mismo material y que cae en la espalda de los personajes.
Al bailar suenan un instrumento llamado “Ayacaste”, que es una horqueta de madera con hojas metálicas que produce un sonido similar al que hace una serpiente cascabel.
“‘Los diablitos’ que andan en las calles son jóvenes voluntarios que mantienen viva la tradición”, dijo Carlos Maldonado, presidente del Comité Cultural Comayagüense.
Obra de teatro
La tradición también es presentada en obra de teatro por actores del grupo teatral Comalyacaste.
El Martirio de San Sebastián es considerada la obra de teatro más antigua de Honduras, ya que ha sido puesta en escena durante más de 360 años. La primera presentación fue en 1644.
Es una historia traída por los sacerdotes mercedarios con el fin de evangelizar a la personas de su época y narra la vida de Sebastián, un capitán de la guardia pretoriana romana que se convierte al cristianismo y al ser descubierto es martirizado y muere amarrado en un palo recibiendo azotes y fechas.
“Actuamos unas 20 personas durante unos 40 minutos, donde la escena principal es la conversión de San Sebastián a la religión cristiana y allí los actores paran y ‘los diablitos’ inician a bailar”, confesó Milton Cerritos, actor de la obra.
La obra se presenta este 24 de febrero en el atrio de la catedral Inmaculada Concepción.
