Choluteca, Honduras
Una estela de polvo cubre un tramo carretero entre los municipios de Goascorán y Aramecina, impidiendo por completo la visibilidad.
Luego de algunos segundos, el polvo se dispersa, permitiendo identificar la presencia de maquinaria pesada en el sector.
En el lado izquierdo de la vía, un grupo de trabajadores se pone de acuerdo sobre quién distribuirá la mezcla de cemento que acaba de aplicarse en una de las cabeceras del recién construido puente vehicular, mientras que otro grupo de empleados se cerciora de que la maquinaria pesada que derriba un paredón a unos 250 metros de distancia del puente no se acerque a la estructura.
“Con esto terminamos el puente y quedará habilitado para que puedan pasar vehículos”, comenta uno de los empleados de la empresa Queiroz Galvao, encargada de construir el último tramo de carretera del Canal Seco.
El sonido de los potentes motores y las pláticas de los trabajadores impiden identificar con claridad el arribo a la zona de un furgón, el cual pese a que la carretera no se ha concluido, decidió atravesarla para recortar el trayecto que debe realizar para llegar a su destino final: El Salvador.
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Tramo final
A pesar que no está terminado por el Canal Seco, circula cualquier cantidad de vehículos, camiones, cabezales y rastras, lo que ha aumentado en un 20% la circulación vehicular en la zona.
Los trabajos de la última etapa de la carretera han avanzado en un 80% permitiendo ya el paso de vehículos.
Liborio Alcántara, transportista, explicó que las mejoras en la vía han dinamizado el ingreso de vehículos a las comunidades, reduciendo el tiempo de viaje y los costos por mantenimiento.
