TEGUCIGALPA, HONDURAS.-A los niños y adolescentes no se les debe cargar con tareas ni exponerlos a muchas noticias negativas porque eso genera que se incremente el estrés por el encierro en que se encuentran debido a las medidas adoptadas por el gobierno para evitar la propagación del coronavirus.
Ese es el criterio de la doctora en psicología Ana Mireya Hernández, encargada de la Unidad de Intervención en Crisis de Emergencias del Hospital Escuela, quien aconseja que los menores deben realizar diversas actividades mientras permanecen en aislamiento.
“Los niños son más resistentes que los adultos, pero también pueden sufrir efectos psicológicos”, recalcó Hernández.
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Detalló que el aislamiento, la falta de juegos y la falta de ejercicios físicos “pueden provocar estrés, pelea entre hermanos y estados de ánimo cambiantes”.
“El cambio de rutinas, las imágenes a través de los medios de comunicación y las noticias pueden tener un impacto emocional en los niños”, prosiguió.
Los cambios que los niños pueden presentar al estar encerrados son; rebeldía, dificultad para seguir instrucciones, conductas desafiantes, alteraciones del sueño, cambios de humor y hasta pueden tener pesadillas. Para evitar que los menores sufran los efectos del aislamiento o de estar encerrados se recomienda que se les establezca una rutina diaria donde puedan desayunar a la hora, ver televisión, darles responsabilidades en el hogar y que hagan trabajos de arte como terapia. También los juegos de mesa y los juegos tradicionales, al igual que la musicoterapia, pueden ayudar para evitar trastornos en los menores de edad.
En tanto, la tecnología puede ser un aliado en esta situación de encierro, “siempre y cuando se establezcan los horarios y supervisar qué es lo que están mirando en las redes sociales”, puntualizó Hernández.
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Otro de los factores es que se les debe explicar a los niños del porqué no deben salir de casa y el mensaje debe ir orientado a que “estamos protegiendo a las personas que se encuentran en condiciones de salud que son muy frágiles”.
A los niños se les debe informar adecuadamente sobre la situación que estamos viviendo para evitar el estrés post traumático, trastornos adaptativos, trastornos del sueño y trastornos alimenticios que los pueden conducir a la obesidad.