TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Entre tristeza y consternación fue sepultado este domingo el pastor hondureño
Mario Tomás Barahona, quien perdió la batalla contra el covid-19 mientras permanecía interno en el Instituto Nacional Cardiopulmonar 'El Tórax', en la ciudad capital.
Los restos del líder religioso estuvieron más de 24 horas sin ser reclamados en la morgue de ese centro asistencial, pero este día a tempranas horas una funeraria lo trasladó hasta su última morada.
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Varios vehículos particulares se unieron en caravana y custodiaron el féretro hasta llegar al cementerio San Miguel Arcángel de Tegucigalpa. Ahí, entre globos blancos, uno de los yernos de Mario Tomás se encargó de pronunciar unas palabras de aliento a los demás dolientes y además recordar el legado de su extinto suegro.
'(Mario Tomás) Anunciaba siempre la venida de Cristo y predicó con pasión y amor. En los medios siempre hablaba de Jesucristo, defendió la familia hasta el último día y ese legado seguirá. Agradecemos a todos los que clamaron por su salud en oración. Sabemos que Dios lo recogió y que él fue en paz y sereno con el Señor', dijo el yerno.
Además, uno de los amigos de la familia expresó que 'él era un apasionado de la unidad familiar y siempre exhortaba a los hombres a cumplir su rol en casa. Era un hombre que atesoraba la buena doctrina y formaba líderes. Abrió las barreras para que la gente de Dios entrara a la esfera política. Mi familia y yo tenemos muchas cosas que recordar'.
Luto
El líder religioso de la iglesia 'Mi Viña' falleció la noche del viernes 3 de septiembre, luego de sufrir severas complicaciones a causa de la covid-19.Su muerte generó una ola de revuelo en toda la comunidad evángelica del país, pues Barahona era un fiel opositor a la vacuna anticovid y al uso de mascarillas para contrarrestar la propagación del coronavirus.
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Amigos y feligresía esperaban dar el último adiós al reconocido pastor que incursionó en la política argumentando que solo un 'hombre de Dios podía cambiar el rumbo del país', sin embargo, el templo donde predicaba permaneció con sus puertas cerradas. Sus parientes aseguraron que querían una despedida privada, por lo que hubo mucho hermetismo.
Aunque en redes sociales trascendió que su esposa -María Elena de Barahona- había perecido a causa del mismo virus, los familiares de Mario Tomás desmintieron la información y dijeron que continúa en un centro asistencial recibiendo atención médica.
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