No existe duda alguna de que los famosos “Tetos”, los intocables “testigos protegidos” del Ministerio Público, amasaron una fortuna como “proveedores” del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) a tal grado que con sus tetas lactaron a medio mundo, entre empresarios, políticos, amantes y pollos. De ser culpables, merecen “El Pozo”.
Como aquí vivimos en una sociedad repleta de hipocresías y prejuicios, miles, en medio del maldito morbo, inquirían quiénes eran los apetecidos Óscar Laínez Reina y Daniel Herrera, cuyos nombres suenan desde el encierro de varios exfuncionarios del “pepismo” asistidos por “Los Tetos” con fuertes coimas a cambio de urgir desembolsos por “servir” al IHSS.
Se habla de sumas imprecisas de dinero que habría captado este dueto por surtir diversos servicios al hospital social. Unos informes hablan de 20 y hasta 50 millones de dólares que se llevó la poderosa pareja que, a cambio de obtener los pronto pagos, regaron billete a diestra y siniestra. El que cantó el saqueo se fue injustamente calladito.
Rentas
Tremenda paliza a las arcas de más de 700,000 afiliados con la cabeza del “honorable doctor porno” Mario Zelaya Rojas, quien lógicamente no actuó solo. Obtuvo la venia de su consentida Junta Directiva para ayudar con millonarias compras a “Los Tetos”, que aparte de ser “empresarios” también rentan edificios al Estado. I don’t believe it!
¿Quiénes son los actores atrás de estos muchachos? Al menos en la Fiscalía saben a primor quiénes son, pero ciertos inestables idean que la prensa está obligada a dar identidades y señalar a corruptos o bandoleros cuando compete a las autoridades. El exceso de inopia juzga que los medios de comunicación deben enjuiciarlos, condenarlos y refundirlos en prisión.
El ansiado ingreso de los guapetones a los tribunales en calidad de “testigos protegidos” y no como acusados encendió las alarmas por todos lados. Al final, quienes obtuvieron bañes jugosos por tramitar pagos millonarios del IHSS resultaron implicando a “Juanca” en una aparente treta entre abogados y políticos. Un clavo saca otro clavo.
A más de tres años de que el sonriente confesara semejante atraco, algunos defensores de los presos alegan que hay otros millones que cayeron en manos de uno de los hermanos del designado presidencial Ricardo Álvarez, quien sugirió que hurguen a toda su prole o que muestren las pruebas ante los tribunales. ¿Ojo por ojo?
Disco
“Mi papaíto” ignora de dónde le caen los últimos misiles del bombardeo que inició el hombre del Cambio Ya, a quien él mismo le cedió el trono presidencial en 2008. De la rosa las espinas al exalcalde capitalino huérfano en las mieles y vendido por sus amigos. Hasta el de los ojos verdes se le dio vuelta y lo transó por un disco duro. ¿Recuerdas?
Estamos frente a una guerra entre grandes o de “coronas” donde unos y otros se están embarrando. Asoman traiciones de un vulgar atraco dirigido por un médico que ahora pide clemencia, la hace de “santo”, pretende curar reos y como ortopeda quebró todo a su paso por el IHSS. Olvidó los siete quiebres con sus chicas junto al “doctor Hannibal Lécter”.
Apenas inicia el teatro. Arrancó el año electoral escoltado de dimes, diretes, acusaciones y contraacusaciones. “Los Tetos”, también acogidos por el Comisionado de los Derechos Humanos, están en la mira de aquellos que les ayudaron a recibir enormes sumas de pisto y luego, a lo truhán, los delataron como “tramposos” ante el Ministerio Público. Hechor y consentidor…
Mamas
Tanto el “doctor porno”, su camarilla “Hannibal Lécter”, su socio y todo el resto de beneficiados con escandalosas compras a costillas del IHSS deben probar su inocencia ante fiscales y jueces. Jamás olvidar las orgías que hicieron hablando de morir por los enfermos clavándose su sangre.
Con sus tetas, “Los Tetos” lactaron a unos cuantos picaritos que se ponen traje de día y de noche son bandidos. Podrán eludir la cárcel pero no el castigo divino. Si todavía no creen en Dios solo miren hacia Nueva York o Miami. Si ustedes se salvan aquí por componendas, Donald Trump se los llevará de paseo.