Entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y
en los demás, eso es lo que significa la inteligencia emocional.
Hay que enfatizar que no se trata de anular las emociones, si no más bien dirigirlas y equilibrarlas. Muy en especial en el ámbito laboral.La Inteligencia Emocional (IE) Es la base de nuestro bienestar psicológico, ayudando al desarrollo armónico y equilibrado de nuestra personalidad. Contribuye a nuestra buena salud física, disminuyendo o eliminando malestares psicosomáticos intrusivos y previniendo enfermedades producidas por desequilibrios emocionales permanentes como la ansiedad, tristeza, angustia, miedo, ira, irritabilidad, etc, según explican en la página web sicoactiva.com. Nuestro experto, Rafael Orantes,
consultor en Recursos Humanos, te invita a preguntarte:
¿cómo sería un jefe ideal en el trabajo?, ¿Quiénes son tus compañeros más respetados en la empresa?, ¿Qué cualidades tienen las personas que hacen una diferencia favorable en tu empresa? Probablemente las cualidades que
has destacado en estas personas especiales, tienen mucha relación con la Inteligencia Emocional y probablemente pensaste en cualidades semejantes como ser:
“considerado”, “amable”, “respetuoso”, “motivado”, “entusiasta” y
“responsable”.
Esto no es de extrañar cuando leemos las estadísticas del doctor Daniel Goleman,
sicólogo norteamericano, según las cuales, los rasgos de Inteligencia Emocional son valorados por los directores de empresas en una
relación de 3 a 1, comparados con las cualidades cognitivas o técnicas, cuando de contratar a grandes ejecutivos se trata. Además, advierte Goleman, que sólo el 10% del éxito laboral se debe al Cociente Intelectual, mientras que el 90% del éxito se relaciona directamente con el Cociente Emocional.
Origen
Fue en
1990, que los psicólogos norteamericanos, el doctor Peter Salovey y el doctor John Mayer, dieron a conocer por primera vez el término de Inteligencia Emocional. Pero fue Daniel Goleman, investigador y periodista del New York Times, quien llevó el tema al centro de la atención en todo el mundo, a través de su obra “La Inteligencia Emocional” (1995).
Las principales destrezas
Los ingredientes que denotan Inteligencia Emocional en los individuos, explica Orantes, son:
Autoconciencia:
tienes Inteligencia emocional cuando eres capaz de darte cuenta de que estás experimentando una emoción, si sabes, además, cuál es la emoción y cuán intensa es. Existen 6 emociones fundamentales y
has de ser capaz de reconocerlas, primeramente en ti y posteriormente, en quienes te rodean: alegría, sorpresa, enfado, rechazo, tristeza, miedo.
Autocontrol:
Las personas torpes emocionalmente permiten que una emoción se salga de control, es decir, que actúan cegados por los impulsos emocionales.
Para ser inteligente emocionalmente, una persona debe ser capaz de juzgar su emoción a la luz de los valores universales y luego dictaminar una manera saludable y correcta de regularla y dirigirla.
Automotivación:
Otro ingrediente de inteligencia emocional es la capacidad para motivarse y asumir el sentido de tu vida. Tú debes ser capaz de superar los retos de la vida y de transformar los acontecimientos de tu existencia, en lugar de quejarte, criticar, negarte o confrontar de forma lesiva.
Pero hasta aquí, según lo explicó el psicólogo Howard Gardner, con el desarrollo de estas tres destrezas,
adquieres lo que él llama Inteligencia Intrapersonal. Pero hacen falta dos elementos adicionales:
Empatía: Es decir, la capacidad de comprender a los demás y
de ponerse en su lugar. En el trabajo es muy valioso que se deje atrás el personalismo y que se comprenda, que la misión que nos une, es más importante que querer “cobrarse” un error de un compañero.
Habilidades Sociales: Siempre tendrá éxito laboral la persona que hable con educación, que respete el tiempo de los demás, que cumpla las promesas realizadas y que genere lazos saludables con otros. Las buenas relaciones se construyen y son el resultado de muchos escalones recorridos junto a todo su equipo de trabajo.Rafael Orantes dice que las empresas modernas están en constante competencia para satisfacer a sus clientes, a sus colaboradores, a sus accionistas y ser rentables, en medio de una “jungla de sobreoferta” para el consumidor.
Por esta razón, la Inteligencia Emocional ayuda a crear lugares de buen clima organizacional y debe constituirse en una cultura compartida por todos los integrantes. Por tanto es muy importante desarrollar las habilidades antes expuestas para lograr las metas profesionales, teniendo como ganancia principal sus efectos positivos en la vida personal.
Cómo saber si tu empresa tiene cultura de inteligencia
1- Trabajo en Equipo:
Las empresas que trabajan en equipo, mantienen un constante desarrollo de 4 elementos:
Fortalecen la identidad y el sentido de pertenencia; Logran gratitud y compromiso de parte de los colaboradores. Tienen reglas claras y respeto a las normas. Conquistan grandes logros, por ejemplo, porcentajes de participación de mercado, que se traducen en beneficios laborales para sus miembros..
2- Autocontrol en momentos de estrés:
Las personas de la organización respetan 3 factores esenciales:
Cortesía, que permite que las buenas maneras y la educación elemental se antepongan a la indiferencia o al agravio. Convivencia, es decir que los miembros pueden construir cosas juntos porque todos están dispuestos a ceder en algo. Valores, significa que hay principios que dan un rumbo y que todos aceptan y respetan por sobre al interés particular, para que se cumpla la misión de la organización.
¿Qué es exactamente?
» Funciones.
La Inteligencia Emocional (IE) es una herramienta que abarca todas las áreas de la vida. Tiene diversas funciones prácticas que son útiles para diferentes áreas fundamentales de nuestra vida, según detallan los expertos de la web sicoactiva.com:
» Condiciones.
Nos permite un mejor desarrollo de nuestras relaciones con las personas, tanto en el área afectiva-familiar, como en la social y laboral-profesional. En este último apartado, una alta IE es sinónimo de llevar a un nivel óptimo la relación entre las personas: determina qué tipo de relación mantendremos con nuestros subordinados (liderazgo), con nuestros superiores (adaptabilidad) o con nuestros compañeros (trabajo en equipo). Las emociones determinan cómo respondemos, nos comunicamos, nos comportamos y funcionamos en el trabajo.
» Características.
Las personas que poseen una elevada IE suelen ser socialmente equilibradas, extravertidas, alegres, poco predispuestas a la timidez y a darle vueltas a sus preocupaciones. Demuestran estar dotadas de una notable capacidad para comprometerse con las causas y las personas, suelen adoptar responsabilidades, mantienen una visión ética de la vida, son afables y cariñosas en sus relaciones. Su vida emocional es rica y apropiada, se sienten a gusto consigo mismas, con sus semejantes y con el entorno social en el que viven, además tienen visión positiva de ellas mismas y superan mucho antes y mejor los reveses de la vida.
LA VOZ EXPERTA
“El amor platónico se
da más en
personas introvertidas, románticas e intelectuales que ante el amor real o físico se sienten inseguros, pero son personas que tienen una gran riqueza interior y todo un mundo de expresión de sus sentimientos a través de la intelectualidad y lo artístico.
En el amor platónico el deseo y la esperanza se mantienen vivos a través de la ilusión, es un amor puro, sin matices, sin negociación, ni terceros. En este amor es más importante
lo espiritual, emocional e intelectual que a lo físico o sensual. Disfruta de todas las formas del amor, amar profundamente te hará ser más feliz y vivir plenamente”. Disfruta de todas las formas del amor, amar profundamente te hará ser más feliz y vivir plenamente”.
Rafael Orantes
Consultor en
Recursos Humanos
rafael.orantes@valorhumano.net