Asegura tener en su casa mil discos de vinilo, una colección que protege tan cuidadosamente como esa gorra del Olimpia que le acaba de firmar el cerebro del campeonísimo Pedro Troglio y que ahora puede escuchar con la calma que solo sus 74 años le pueden brindar: a principios de 2019 Rafael Villeda Ferrari le dijo que en retribución a sus tres décadas en Televicentro solo trabajará cuatro horas por la mañana.
La voz oficial del 5 por 30 años es una verdadera enciclopedia de experiencias, una escuela de aprendizaje, un prócer de la televisión hondureña...
Hay una conexión casi permanente entre Esdras Omar Mendoza y el Olimpia. ¿Es blanco de nacimiento?
Fíjese que realmente mi primer equipo es el Salamar de mi ciudad natal San Lorenzo, equipo de donde surgieron los hermanos Elio y Marcos Banegas que después fueron a Motagua.
¿Y cómo se hace olimpista, entonces?
A los ocho años escuchaba por la radio los partidos de la Selección y ahí me fui familiarizando con los nombres de Ronald Leaky, “Bidindi” Guerrero, “Cacabancha” Price, “Rolin” Castillo, Raúl Suazo, “Calistrín” Suazo, “Furia” Solís. Recuerdo que a los 12 mi abuelo Venancio Romero Escobar me trajo a la capital y me llevó por primera vez al Nacional a un Honduras-Curazao y en la cancha veo jugar a los mismos nombres que escuchaba en la radio... ahí mismo me doy cuenta que la mayoría era del Olimpia y dije: “¡Ah, bueno! Voy a ser Olimpia porque es como la Selección”.
¿Jugaba fútbol?
Jugué en la Juvenil del Salamar a pesar de que a mi abuelo no le gustaba. Antes de venirme a la capital me rompieron la tibia y el peroné, me operaron en El Salvador y cuando andaba en muletas mi abuelo me sentenció: “Si te vuelvo a ver en una cancha te pego un tiro”. Ahí terminó mi historia en el fútbol... ja, ja. En la capital practicaba un poco de béisbol y sóftbol.
¿Y cómo se va metiendo al mundo de la música?
Por mi abuelo también, que era marino y cuando cumplí 15 años me regaló un amplificador y una guitarra eléctrica. En 1958 me vengo a estudiar al Central Vicente Cáceres y un día la profesora de música me pide que le monte un número para un acto cívico: le dije a Alberto Valladares “Pusunga” (QEPD) que me acompañe y esa vez, con don Bivio Bustillo tocando el piano y su hijo Neco, el contrabajo, improvisamos la primera versión de “La chica del Central”, a la que en 1964 Roberto García le escribe la letra original.
En la etapa de oro de los grupos juveniles, ¿no?
Sí. De esa época del colegio sale la idea de formar un conjunto pero no teníamos instrumentos. Entonces en 1961 el abogado Roberto Bográn me dijo que tenía un piano y una guitarra extra y me invitó a reunirnos en su casa los sábados por la tarde. Originalmente nos llamábamos Los Desafinados... je, je, je.
¿Y cómo surge el nombre definitivo de Los Jets?
Un día nos invitan a tocar a la Normal de Señoritas y un buen amigo, Kamal Sabat (QEPD), nos dice: “Les voy a regalar una tela para que vayan uniformados”. Era azul plateada y también nos regaló unos anteojos oscuros y unas bufandas.
Cuando vamos entrando con Celán David, Tony Ortiz (posteriormente cantante de Los Silver Star), Freddy Rodríguez, Arnulfo Castro, Darlington Steward y yo, alguien del público gritó: “¡Estos parecen pilotos de jets!”. Al escuchar la frase le digo a Tony: “No nos presentemos como Los Desafinados, presentémonos como Los Jets”. Y así fue como empezó la historia de los grupos juveniles en Honduras.
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Ya me imagino que las pegaba con las chavas, ¿no?
¡Ah, no, siempre! Lo que pasa que vengo de una familia cristiana evangélica y a Tegucigalpa sabía a lo que venía.
Al día de hoy no sé lo que es fumarse un cigarro y a mis 74 años quizá me he tomado una o dos cervezas. Me casé estando en cuarto curso, empecé a trabajar y terminé el colegio de noche y hasta hice tres años de Derecho en la UNAH hasta que el señor Rafael Ferrari me comenzó a formar en la tele.
Antes de que me cuente de su llegada a Televicentro, ¿cómo fue que conoció a su esposa Miriam Blanco?
Hab?a tenido una decepción amorosa y pasaba encerrado en mi casa de la tercera avenida de Comayagüela. Un día los amigos me convencen a ir a una fiesta de medicina en el Centro Social Universitario, hasta me habían conseguido el traje, la corbata y la entrada, que eran 50 lempiras de aquel tiempo.
De repente hay una cipota que no había bailado y Tony Ortiz me convence de sacarla... bailamos toda la noche... ja, ja, ja. Tenía 17 años, ya era secretaria y trabajaba en el Inva; por medio de un amigo, cuya novia conocía a Miriam, logré llegar a su casa incluso sabiendo que tenía novio, un estudiante de medicina. A mí no me importó...
Amor a primera vista...
Nos estábamos casando un año después de conocernos y hasta recuerdo que ella fue uno de los motivos para dejar a Los Jets, porque era muy guapa y cuando estábamos tocando la querían sacar a bailar y eso no me gustaba, entonces mejor me retiré. Ya tenemos 53 de matrimonio, tres hijos, 12 nietos y una bisnieta de ocho años.
Qué bueno. Ahora sí, cuénteme cómo llega al 5.
Yo era gerente de Discos de Centroamérica y allá por el año 1985 me llama doña Miriam de Inestroza, subgerente de Canal 5, y me dice: “El señor Rafael Ferrari va a abrir una empresa dedicada a organizar conciertos y otros eventos y usted es la persona indicada para dirigirla”. Yo había traído a Miami Sound Machine, con Gloria y Emilio Stefan, a San Pedro Sula y produje discos para Banda One, Los Profesionales y Orquesta Regis. El mismo Chayanne de 10 años estuvo hospedado en mi casa cuando era parte de Los Chicos de Puerto Rico.
¿Y cuando lo miró don Rafael Ferrari qué pasó?
Vio mi hoja de vida y me dijo: “Usted es la persona que necesito”. De inmediato me informa que Menudo venía de gira a Centroamérica y su empresa debía planificar la visita a Honduras. “Yo ni sé qué grupo es ese”, me dice y le respondo: “Olvídese, ese es un llenazo. Ocupo hacer dos shows, los costos son altos pero las ganancias serán buenas. Le tengo fe”. Metimos 23 mil personas y cuando le entrego el reporte me queda viendo: “No lo puedo creer... me gané la lotería con vos”.
Pero luego sería la voz de Canal 5. ¿Cómo pasó eso?
Un día que la voz oficial se enferma, doña Miriam de Inestroza me pide que le ayude a hacer unas promociones de Noche de Gala y otras novelas, ya que yo había estado en radio.
Se grababa en Emisoras Unidas, le puse el feeling que yo creía y a las dos semanas de haberse reincorporado la voz oficial, me llama el señor Ferrari y me dice: “Me gustó cómo grabaste las promos”. Y me dejó haciendo eso desde el año 85 hasta convertirme en director de promociones del 5.
Ahí me imagino que surge la famosa frase “¡Todos con el Olimpia!”, ¿no?
Un día haciendo promociones para los juegos del domingo yo sentía que hacía falta una frase contundente para cerrar. Como este club tiene tantos seguidores, le entregué varias propuestas a don Rafael y esa fue la que más le gustó. Quedó instituida hasta ahora que las promos las graba Rely Maradiaga.
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