Tegucigalpa, Honduras
Tras un intento de amotinamiento en la cárcel de máxima seguridad de Morocelí, El Paraíso, más conocida como El Pozo II, las autoridades comenzaron a investigar el hecho.
La Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y la Fiscalía de Danlí se encuentran en las diligencias investigativas del caso a fin de deducir responsabilidad a quienes hayan ocasionado los daños.
Ayer, el equipo encargado de las investigaciones hizo una inspección a las cámaras de seguridad del centro penal para determinar cuantos privados de libertad participaron en los daños a las instalaciones físicas de la prisión.
En La Tolva hay 400 cámaras de seguridad que vigilan minuciosamente cada movimiento de los privados de libertad.
En este centro penal se encuentran totalmente aislados más de 800 peligrosos reos que fueron trasladados hace 15 días, lo que ha ocasionado un evidente malestar.
De encontrar a los responsables serán acusados de los delitos de daños, de acuerdo al Código Penal hondureño.
La revuelta surgió luego que los reos solicitaran mejores condiciones a las autoridades penitenciarias. Estos ya no cuentan con los lujos que tenían en la Penitenciaría Nacional de Támara.
Entre las exigencias solicitaron que se mejore la alimentación, la salud y las visitas.
Los daños fueron provocados en seis celdas del módulo MD6 y el área del comedor.
Por este amotinamiento, las autoridades movilizaron un contingente militar que contó con apoyo del equipo aéreo.
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Reacciones
Sobre el particular, German Mcniel, subdirector del Instituto Nacional Penitenciario (INP), explicó que en La Tolva, conocida como El Pozo II, “hubo una pequeña revuelta por parte de las personas que se encuentran privados de libertad”.
“Podemos resaltar que la situación está completamente controlada. Esto era predecible porque las personas vienen de un régimen de privación completamente distinto al que se encuentran en la actualidad, esto obedece a las acciones enérgicas que está impulsando el INP con instrucciones del presidente Juan Orlando Hernández”, dijo Mcniel.
Detalló que los reos lo que hicieron fue estar pateando las puertas, quisieron quitar algunos implementos, algunas repisas que tienen con cemento, pero es algo que “no duró mucho tiempo”.
En algunos medios se hablaba que hubo hasta disparos eso es completamente falso y lo que se dio fue un malestar por parte de las personas que se encuentran privadas de libertad, pero fue controlado por parte de las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario que se encuentran en ese centro penal, prosiguió.
“En este hecho no hubo ningún herido, no hubo ningún disparo, las personas se pudieron controlar, sabían que estaban reclamando algunas situaciones que ellos tenían antes, pero lograron comprender que estamos en un nuevo sistema nacional penitenciario y hay que acoplarnos a ello”, manifestó el funcionario.
