Era un tranquilo domingo de iglesia, todo parecía estar bien para el pequeño Luis David Galo de cinco años y su madre; sin embargo, el injusto destino y una persona llena de ignorancia y sin conciencia alguna acabaron con su sueño.
El reloj marcaba las 7:00 de la noche del pasado 24 de julio. Luis David y su progenitora regresaban tomados de la mano hasta su hogar en la colonia Cerro Grande Zona 2 en la capital de Honduras.
Seguro compartieron una plática bella y confortable entre madre e hijo, no obstante, de un momento a otro el menor se desplomó en pleno camino, sin motivo alguno.
Su mamá entró en pánico y pidió ayuda para trasladarlo al Materno Infantil. La confusión era grande y se preguntaban qué le pasaba a Luis David. No había aparente explicación, pero al someterse a la revisión médica, se descubrió una bala de nueve milímetros que había entrado por su cráneo.
Tras la noticia, la familia se desconcertó aún más. El niño entró en coma el mismo día, mientras los médicos hacían lo posible por volverlo a la vida; no obstante, tras cuatro días conectados con aparatos artificiales, el angelito perdió la batalla y murió en su cama de hospital el miércoles de la semana anterior.
¿Y el culpable? Esa es la pregunta que se hacen muchos. ¿Dónde está la persona responsable que hizo un tiro al aire? Ese disparo que acabó con la vida llena de sueños, ilusiones e inocencia de un bello niño que no dañaba a nadie.
Una bala perdida fue la responsable de llevarse a Luis David; uno de esos disparos que personas sin escrúpulos hacen, ya sea por ignorancia, por celebrar un gol o por aparentar ser poderosos en una vida de mortales.
De acuerdo a vecinos de la zona consultados por EL HERALDO, a la hora del lamentable hecho que terminó con la vida de Luis David, se escucharon varios disparos, por lo que se cree que fueron miembros de un grupo criminal que mantiene en zozobra la zona.
Según las informaciones, los residentes de la colonia Cerro Grande Zona 2 han optado por no salir de sus casas en horas de la noche por el miedo que los malhechores han sembrado en el sector.