TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Al filo de la medianoche del viernes y madrugada del sábado, delincuentes lanzaron el cadáver de un joven dentro de un costal.
El hallazgo se registró en una calle de tierra que da acceso a la represa Los Laureles, en la periferia de Comayagüela.
El cuerpo sin vida estaba totalmente fracturado, con un torniquete en el cuello que utilizaron para estrangularlo.
La víctima era de piel trigueña, de mediana estatura y vestía un pantalón jean azul, camisa blanca y sobre ella un chaleco.
El personal de Medicina Forense compartió que el fallecido tenía tatuado en la espalda el nombre Alexander, además, un león en la pierna derecha y una especie de cuernos en la pantorrilla derecha.
Hasta el cierre de esta edición, el hombre seguía sin ser reconocido por sus familiares en la morgue del Ministerio Público y será hasta hoy que mediante pruebas científicas pueda ser identificado.
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